WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, otorgó hoy la denominación de monumento nacional a la casa y museo Sewall-Belmont, un histórico edificio situado al lado del Capitolio en Washington que ha sido sede del Partido Nacional de la Mujer (NWP, en inglés) desde 1929.

 

La proclamación de Obama, emitida en el Día por la Igualdad Salarial en EU, busca honrar al “movimiento por la igualdad de las mujeres”, según la Casa Blanca.

 

En su declaración, Obama subrayó que, desde la casa Sewall-Belmont, el NWP y su fundadora, Alice Paul, elaboraron “más de 600 leyes” y “abogaron incansablemente por la igualdad política, social y económica de las mujeres no solo en Estados Unidos, sino también a nivel internacional”.

 

En 1997, el NWP se convirtió en una organización educativa que se dedica hoy a concienciar sobre la igualdad de derechos.

 

Obama visitará hoy la casa y museo Sewall-Belmont para ofrecer un discurso desde allí y conmemorar el Día por la Igualdad Salarial, de acuerdo con la Casa Blanca.

 

Cuando la Ley de Igualdad Salarial (Equal Pay Act) se promulgó hace más de 50 años, las mujeres que trabajaban a tiempo completo ganaban 59 centavos por cada dólar que se le pagaba a un hombre. Ahora esa cantidad se sitúa en unos 79 centavos.

 

La brecha es aún mayor para las afroamericanas, que ganan 64 centavos por cada dólar que se le paga a un hombre blanco, y las latinas, que obtienen 54 centavos.

 

La primera ley que firmó Obama como presidente al poco de llegar a la Casa Blanca en 2009 fue precisamente la de Equidad Salarial, que lleva el nombre de Lilly Ledbetter en homenaje a la trabajadora cuya denuncia propició esa nueva legislación.

 

Hace dos años, ante la falta de avances en el Congreso, Obama recurrió a un decreto y un memorando para obligar a los contratistas federales a equiparar los suelos de las empleadas que cobran menos que sus equivalentes masculinos.

 

Además, en enero pasado el presidente anunció nuevas normas que obligarán a las empresas con más de 100 empleados a proporcionar al Gobierno federal los datos anuales de cuánto pagan a sus empleados, para saber si existe discriminación por género o raza.