RÍO DE JANEIRO. La presidenta brasileña Dilma Rousseff, amenazada de ser apartada del poder por un juicio político que ella tilda de “golpe”, dijo que propondrá un “pacto” a todos los partidos políticos si logra superar el escollo del impeachment, que se vota este domingo en el Congreso.
La presidenta, que realizó una entrevista con un reducido grupo de 10 periodistas de medios de comunicación brasileños, aseguró que “no puede haber vencidos ni vencedores” tras el proceso de “impeachment”.
Dijo que luchará por seguir en el cargo “hasta el último minuto” y se mostró confiada en obtener el respaldo de por lo menos un tercio de los diputados en la votación del domingo (lo mínimo para que el “impeachment” quede archivado), y propuso “diálogo” a sectores de la oposición y empresarios.
“Estamos ante una situación de inestabilidad política profunda desde hace 15 meses y, aunque la crisis no sea derivada de la inestabilidad política, se intensifica”, dijo la mandataria.
De nuevo, volvió a calificar de golpistas a quienes apoyan su destitución por medio del juicio político que para ella y su gobierno no tiene validez jurídica por carecer de elementos acusatorios sostenibles.
“No hay duda de que quien defiende la interrupción de mi mandato sin pruebas es golpista”, dijo Rousseff un día después de señalar a su vicepresidente, Michel Temer, como un “conspirador” que trata de asumir el cargo hasta 2018 por medio del procedimiento.
Varios partidos medianos aliados del gobierno anunciaron la víspera y este miércoles que van a dejar de apoyar a la presidenta, lo que complica todavía más las posiblidades de Rousseff de conseguir por lo menos el apoyo de un tercio de la Cámara Baja para que el “impeachment” no llegue a la etapa definitiva en el Senado.