Según los expertos, el próximo Draft de la NFL, que se celebrará en dos semanas, tiene a un par de quarterbacks interesantes por los que, seguramente, algunos equipos ya suspiran desde ahora. Se trata de Carson Wentz y Jared Goff, dos jugadores de buenas estadísticas, pero a los que es probable que les haga falta adaptación a la máxima exigencia.

 

Wentz llama la atención por su físico de 1.96 metros de estatura y 107 kilogramos de peso. Es el tipo de físico atlético que le llena los ojos de ilusión a los equipos, aunque tiene en contra que proviene de una universidad que está en la Football Championship Subdivision (FCS), una subdivisión de la NCAA en la que hay menos espectadores y menos becas disponibles que en la FBS.

 

Pero de ahí han surgido jugadores como Joe Flacco y Steve McNair, así que tampoco debe ser un impedimento. Wentz viene de la Universidad de Carolina del Norte, en donde fue campeón los últimos dos años. Su principal fortaleza es un brazo muy fuerte, lo que pudo verse en el campamento de pruebas. ESPN reportó que en el campamento de pasadores de Jon Gruden, éste dijo de Wentz que es el que está más listo para la NFL en los últimos dos años. Wentz se presume que será el séptimo prospecto del Draft, y en su contra está que tiene un bajo porcentaje de éxito bajo presión, mucho más bajo que el del otro pasador que ha llamado la atención, Jared Goff, el probable quinto elegido en el Draft.

 

Goff proviene de la Universidad de California, en donde tiene récords de yardas por temporada (4,719) y anotaciones (43). Se destaca por tener gran precisión en pases largos, y en el último año completó 45.6% de sus pases superiores a 20 yardas, número nada despreciable. Pero tiene otra cualidad que lo hace muy atractivo, y es el hecho de que es capaz de tomar muchas decisiones, así como de modificar trayectorias de sus corredores y protección de los bloqueadores, según se requiera. A Goff muchos lo ven como un futuro jugador franquicia. El Draft de la NFL se celebrará en Chicago, el próximo 28 de abril.