Nacidos en cautiverio, dos polluelos de Cóndor de California fueron presentados en el Zoológico de Chapultepec, especie que en la década de los ochenta llegó casi a su extinción.
Al encabezar el acto, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), Tanya Müller, destacó la importancia de este hecho ya que se trata de un ejemplar que data desde la época del Pleistoceno.
Mencionó que gracias a los esfuerzos internacionales entre los zoológicos de Chapultepec, el de San Diego y el de Santa Bárbara se ha podido reproducir esta especie en cautiverio a un año de que llegaron las hembras a la Ciudad de México.
La funcionaria reconoció la labor tanto del personal que desde el inicio del programa en 2014 se ha abocado a sacar adelante esta meta, como la participación de las autoridades internacionales de los zoológicos de Estados Unidos involucradas en este hecho.
La meta, dijo, es que cuando alcancen el tamaño y la madurez necesarios, sean liberados en el Parque Nacional San Pedro Mártir, en Baja California, a fin de regresarlos a su hábitat natural.
Durante su intervención, el coordinador del programa Cóndor de California, Michale Mace, recordó que de las 22 aves que llegaron a quedar en la década de los 80, hoy se ha logrado la recuperación de un importante número de ellas.
Resaltó la importancia de esta ave, pues se trata de un animal que convivió con los gigantes extintos de América como el mastodonte, el mamut y otros animales del Pleistoceno, de ahí que se trate de un animal prehistórico viviente.
Este es uno de los tantos eventos históricos que están aconteciendo en México y que han llevado a la reubicación del Cóndor en San Pedro Mártir donde también se lleva a cabo un proyecto de producción de cinco polluelos en ese lugar.
A su vez, el médico veterinario zootecnista, Juan Arturo Rivero Rebolledo, explicó que se trata del ave de mayor talla de Norteamérica que originalmente se distribuía en el norte del Pacífico y Costa de California y que por causas humanas casi llegó a su extinción en 1987.
Para este entonces, recordó, México y Estados Unidos decidieron unir esfuerzos mediante la implementación de un programa de reproducción en cautiverio y protegiendo el hábitat donde existía, con la participación de los Zoológicos de San Diego, Santa Bárbara, Portland y la Fundación Peregrino.
Así en 1992 se llevó a cabo la primera reintroducción de esta ave en los Zoológicos de Estados Unidos y en 1996 en Arizona y Nevada y a partir de 1999 y 2002 en la Sierra de San Pedro Martir, en Baja California.
Finalmente, el director de Vida Silvestre de la Semarnat, Jorge Maksabedian de la Roquette, destacó la participación que tiene México con Estados Unidos para la conservación de ésta y otras especies como el Lobo Mexicano.
A nombre del titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pacchiano, agradeció y reconoció a las autoridades de la Ciudad de México y de Estados Unidos para llevar a cabo programas para la conservación de la biodiversidad. dmh