Los oscarizados Natalie Portman y Christoph Waltz animaron hoy la apertura del Festival Internacional de Cine de Pekín, una fiesta del séptimo arte que celebra este año su sexta edición con el objetivo de aumentar su presencia en el panorama mundial, si bien su peso en la industria sigue siendo limitado.
La alfombra roja volvió a extenderse este año a los pies del centro de exhibiciones del lago Yanqi de Pekín, un edificio de un rojo intenso que rememora el Templo del Cielo de la capital.
Estrellas chinas y extranjeras recibieron los aplausos del público, que esperó durante horas para ver a famosos como Natalie Portman, que apareció sola, con un vestido sobrio aunque de escote pronunciado.
Poco antes de entrar, la actriz estadunidense-israelí, conocida por películas como “V de Vendetta” o “Black Swan” (“Cisne negro”), habló de su primer filme como directora, “A Tale of Love and Darkness” (“Una historia de amor y oscuridad”), y destacó que le había gustado mucho utilizar el hebreo en esta producción, idioma de su infancia.
En la que fue su primera visita al festival pequinés, Portman compartió escenario con Christoph Waltz, quien aprovechó el momento para alabar el cine chino, que consideró “muy bueno”.
Si Portman ya había pasado por el certamen internacional de Shanghái en 2014, Waltz ya había pisado suelo chino en 2013 durante un evento de cine organizado por el hombre más rico del país, Wang Jianlin, y su gigante empresarial, Wanda, en la ciudad costera de Qingtao, al que también acudieron entonces otros compañeros de Hollywood como Leonardo DiCaprio o Nicole Kidman.
Los vítores también recayeron este año en el base Stephon Marbury, que anunció a los presentes que estaba preparando una película, y se paseó por el camino de las estrellas junto a una actriz local.
Más tímido se mostró el director Giuseppe Tornatore, que solo saludó al público desde lejos antes de entrar al centro de exhibiciones, aunque su falta de entusiasmo se compensó con los bailes de animadores disfrazados de los personajes de Kung Fu Panda y Angry Birds.
A pesar de que los rostros occidentales eran de lo más esperado de la noche, los flashes se multiplicaron con los famosos hongkoneses, como Aaron Kwok o Chow Yun-fat, y con la actriz china Tang Wei, una de las más fotografiadas del festival.
Los famosos coreanos y japoneses también deslumbraron en la alfombra, aunque más los primeros que los segundos, menos seguidos por el público chino.
En esta edición, quince películas competirán por los premios Tiantian (Templo del Cielo), que se otorgarán en la ceremonia de clausura del festival, el próximo 23 de abril.
Entre ellas, vuelve a haber películas de habla hispana, las españolas “Un día perfecto”, de Fernando León de Aranoa, y “Tiempo sin aire”, de Samuel Martín Mateos y Andrés Luque; y la producción argentina “Paulina (La patota)”, de Santiago Mitre.
El año pasado, la cinta mexicana “El comienzo del tiempo”, de Bernardo Arellano, se coronó con el premio a la mejor película.