Sangrados frecuentes de nariz, aparición de moretones en las rodillas y codos o en las articulaciones pueden ser síntomas de hemofilia, una enfermedad que no es prevenible y requiere de atención oportuna para evitar hemorragias severas que pueden causar la muerte.
El médico Faustino Leyto Cruz, adscrito al Servicio de Hematología del Hospital Juárez de México, explicó que la hemofilia es un padecimiento incurable y se transmite de madres portadoras a hijos varones.
Indicó que esta afección hereditaria es caracterizada por una deficiencia genética en el cromosoma X, la cual evita la correcta coagulación de la sangre.
En el marco del Día Mundial de la Hemofilia, el especialista apuntó que el padecimiento tiene una prevalencia de uno por cada 10 mil nacimientos a nivel mundial, y en el Sistema Nacional de Salud hay unos cinco mil casos registrados.
En un comunicado, Leyto Cruz señaló que al menos 80% de los pacientes tiene antecedentes familiares con la enfermedad, aunque también pueden darse casos de personas que la desarrollan de manera espontánea.
Puntualizó que la enfermedad se ha clasificado en tres grados dependiendo de la gravedad del paciente: leve, moderada y severa.
La leve, detalló, se refiere a las hemorragias por golpes directos, cortadas o durante una cirugía, y quienes resultan afectados pueden desempeñarse de manera normal en sus actividades habituales.
En la moderada aparecen moretones en diversas partes del cuerpo y los sangrados son mayores a los habituales en una persona sana, por ello es recomendable que los pacientes no desarrollen actividades deportivas de contacto ni realicen esfuerzo físico excesivo.
Leyto Cruz expuso que la hemofilia severa se presentan hemorragias de manera espontánea, sin motivo aparente o simplemente al caminar o haber hecho un esfuerzo físico.
Por ello, sugirió que las madres deben observar si su hijo presenta moretones en rodillas, codos y articulaciones al gatear, y de tener algún signo es importante ofrecerles una atención médica oportuna.
El experto subrayó que la hemofilia puede ocasionar discapacidad física, limitaciones funcionales y atrofia muscular, que comprometen la calidad de vida de los pacientes.
Por tanto, resaltó la necesidad de contar con un tratamiento oportuno y tener acceso a los medicamentos que repongan la deficiencia del factor que permite la coagulación y evita las hemorragias, que podrían ser mortales.