TOLUCA. El crecimiento de la mancha urbana desordenada, poco fomenta una visión de desarrollo y prosperidad para el país, aseguró la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles.

 

Resaltó que en las últimas décadas, la población urbana creció dos veces, pero la extensión territorial donde está asentada esa población, creció siete veces, “tenemos un proceso de urbanización desordenado”.

 

Al participar en la Conferencia Magistral I, “Ciudades Prósperas: La Urbanización como herramienta del Desarrollo”, se pronunció por invertir en la urbanización como un tema prioritario y en la lógica de generar prosperidad e inclusión, pues “no podemos hablar de una productividad en nuestras ciudades si sigue este crecimiento desordenado”,

 

En su opinión, los problemas para iniciar la operación de la agenda urbana no se deben a ideas escasas o a la falta de voluntad política, sino a la instrumentación jurídica e institucional. “Hará falta pericia política para generar incentivos y que las autoridades de los diferentes ámbitos de gobierno se dispongan a cambiar la realidad de las ciudades, para hacerlas seguras, compactas y sustentables”.

 

“Requerimos mejorar nuestra actuación en la aplicación sistemática y parcial de las normas, así como fortalecer el Estado de derecho. No bastará con hacer obligatoria la coordinación entre órdenes de gobierno si no existen los mecanismos de responsabilidad adecuados para hacerla efectiva”, apuntó.

 

Rosario Robles explicó que mientras no se cuente con las estructuras eficientes de rendición de cuentas, difícilmente se lograrán acuerdos de largo plazo y con la visión regional que las metrópolis requieren, para lograr el objetivo de mejorar la calidad de vida de los habitantes.

 

Y a pesar de que la captación de plusvalías del suelo, desincentivar el uso del automóvil y modernizar el registro de la propiedad, entre otras, no son medidas populares y muchas veces no generan incentivos políticos, son ineludibles para fortalecer el desarrollo colectivo sobre intereses particulares.

 

Otro pilar para echar a andar la agenda urbana, dijo, es el papel de los gobiernos locales en el desarrollo urbano y en el uso del suelo, por lo que es necesario fortalecer sus finanzas, su captación impositiva y ampliar su responsabilidad en el manejo de recursos y rendición de cuentas. “Ésta es una oportunidad para revisar el paradigma urbanístico que se ha seguido en las últimas décadas, ante la gran cantidad de personas que llega a las ciudades y por su ritmo de expansión, para incorporar visiones novedosas e incluir a las personas en la toma de decisiones”, apuntó.

 

Entre ellas, se debe tomar en cuenta la forma en la que las mujeres viven las ciudades, así como la inclusión de personas con discapacidad, jóvenes, niños, niñas, así como todos aquellos que las transitan, para garantizar el derecho a la ciudad.

 

Por su parte, el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila Villegas, señaló que las ciudades deben de estar diseñadas desde una perspectiva integral que le permita a sus ciudadanos vivir dignamente, reconocerse como parte de ella y contar con una distribución equitativa de recursos.

 

Añadió que el estado de México es “la entidad federativa más poblada del país, con 16.8 millones de habitantes y formamos parte, junto con la Ciudad de México, una de las megalópolis con mayor concentración urbana del mundo y la más grande de América Latina, con más de 28 millones”.

 

Por lo que se deben de afrontar estos retos desde una perspectiva sustentable, “sabiendo que el desarrollo económico y el medio ambiente son dos vías que no pueden ir separadas y que no pueden correr a distintas velocidades”, como es el transporte público y la movilidad en las ciudades.

 

En ese sentido, explico que en el Valle de México se pierden 3.3 horas de horas/hombre al día como producto de la congestión vehicular, lo que se traduce en un valor de tiempo perdido de más de mil 800 millones de dólares por año, por lo que se deben diseñar políticas públicas para paliar este problema.

 

En tanto que el secretario general de la conferencia Hábitat III, Joan Clos, dijo que se necesita hacer un gran esfuerzo para devolver al urbanismo al lugar que debería estar, es decir, al del desarrollo sostenible en sus vertientes política, social y ambiental, así como para producir prosperidad entre los ciudadanos.

 

“Tenemos un amplio camino por desarrollar, la intención es contribuir con el debate entre todos para que el urbanismo deje ser un tema de especialistas y se convierta en un instrumento social, político y económico, fundamental para la calidad de vida de los ciudadanos y la prosperidad de los países.

 

La Reunión Regional para América Latina y el Caribe reune a autoridades, académicos y organizaciones de 33 países de la región, para definir la postura regional que se presentará en la Conferencia Hábitat III, que se realizará en octubre próximo en Ecuador.