En México, uno de cada dos niños y adolescentes sufre pobreza. Esto significa que 21.4 millones de menores de edad padece alguna carencia social y, además, el ingreso en sus hogares es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas, revela un estudio elaborado por el Coneval y la UNICEF.

 

De acuerdo al “Análisis sobre pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México 2014”, uno de cada nueve menores de edad está en pobreza extrema, es decir, 4.6 millones de infantes.

 

Las cifras ponen de manifiesto una situación de alarma para el Estado mexicano, porque un sector de la población tan importante es vulnerable, dijo en la presentación del informe Ricardo Bucio, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas y Niños y Adolescentes.

 

El análisis sigue la misma metodología usada por el Coneval (Consejo Nacional de la Evaluación de la Política Social) para medir la pobreza en todo el país, por lo que toma en cuenta, además del ingreso para la adquisición de la canasta básica no alimentaria, seis derechos sociales: alimentación, servicios básicos en la vivienda, espacios en la vivienda, salud, educación y seguridad social.

 

La pobreza en rubros

 

De los 40 millones de menores de 18 años en el país, 53.9% padecía pobreza en 2014, porcentaje casi similar al reportado en 2010, cuando fue de 53.7%, comentó durante la presentación del informe Gonzalo Hernández Licona, director ejecutivo del Coneval.

 

Hernández Licona reconoció que si bien en el periodo que comprende el estudio se redujeron las carencias sociales entre la infancia, esta tendencia no se reflejó en la disminución de la pobreza porque en ese lapso los ingresos de los hogares cayeron.

 

Las mayores carencias entre la población infantil son en seguridad social y alimentación, las cuales afectan a 62.6% y 27.6% de ete sector, respectivamente; en cambio, los rubros con mayores avances son la educación, ya que sólo 8% de los menores de edad tiene rezago, y salud, pues sólo 16.2% vive sin acceso a ese servicios.

 

El estudio muestra que la pobreza afecta más a los menores de edad, toda vez que la tasa entre los mayores de 18 años (de 42.3%) es 11 puntos porcentuales más baja, lo que en opinión de Ricardo Bucio, demuestra que en el combate de la pobreza el interés superior es hacia los adultos, no hacia los infantes.