…y traicionera, no se es capaz de pensar, de analizar, pero sobre todas las cosas, de valorar.

 

Un ejercicio recurrente es juzgar el presente sin analizar el pasado y las consecuencias a futuro, más aún cuando se trata de futbol. Y en este fallido método caemos todos: directivos, futbolistas, entrenadores directivos y aficionados. Esos mismos que hoy buscan un altar para que Ignacio Ambríz ocupe, ese mismo al que hace poco tachaban de poca cosa, por decir lo menos. Esos mismos que repudiaron a Ricardo Peláez por dejar libre a Antonio Mohamed y hoy lo vitorean por un título más; cuatro, para ser preciso del mejor directivo que tiene el futbol en la actualidad.

 

Cuando la memoria tiene poca capacidad de almacenaje, no nos permite ver retrospectivamente, así como debería verse Tigres. Unos Tigres que se han convertido en una de las potencias de nuestra Liga, un animador. Una institución sería respaldada por uno de las empresas más exitosas que tenemos en el país.

 

¿Por qué será tan difícil recordar que este equipo no era de primera categoría? ¿Por qué será tan difícil recordar que este equipo no ganaba absolutamente nada a pesar de tener dinero? ¿Por qué será tan difícil que Tigres no era lo que es hoy?

 

Y no se trata de ser pacientes, se trata de tener conciencia para entender que en una Liga tan pareja y competida como la nuestra, hacer de los títulos algo habitual resulta poco menos que imposible.

 

Esos mismos aficionados que hoy piden la salida de Ricardo Ferreti por haber perdido una Final más criticando un estilo al que califican de medroso, son los mismos que gozaron hace poco por haberse instalado en la Final de la Copa Libertadores; los que salieron a las calles para festejar por los trofeos de Liga, los que alababan al mismo personaje de bigote y mal gesto por haberles regresado la alegría de ganar.

 

Si, Tigres perdió sin jugar como muchos hubiéramos esperado. Perdió a lo Tuca, pero así como también ha logrado ganar. No es que Ferreti se “Lavolpice” o se “Lapuentice” cuando gana, no, gana y pierde con su estilo, con sus formas con sus métodos, sus creencias y estrategias.

 

Resulta injusto ponerle el dedo como lo están haciendo. Tigres ha logrado obtener protagonismo como nunca lo hizo en toda su historia. Tigres ha sido exitoso como nunca antes lo había sido. Tigres encontró la estabilidad que busco sin éxito durante décadas. Tigres ha crecido, se ha superado.

 

“Esto es Tigres”, establece su slogan, y lo es en gran medida gracias al aporte y la capacidad de Ricardo Ferreti.

 

Paciencia y memoria, pero sobre todas las cosas, gratitud.