CIUDAD DEL VATICANO. El papa Francisco y el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, reclaman este viernes desde el Vaticano un “compromiso global” en la lucha contra el cáncer y las enfermedades raras, así como facilitar el acceso a las medicinas.
Los dos intervinieron este viernes en la tercera conferencia internacional sobre los progresos de la medicina regenerativa, que reúne hasta mañana en la Santa Sede a decenas de expertos de este ámbito procedentes de todo el mundo y de distintas religiones.
Ante ellos Francisco subrayó la importancia de imponer lo que denominó “la globalización de la empatía” ante la “globalización de la indiferencia” ya que, en su opinión, los pacientes de enfermedades raras son a menudo ignorados por cuestiones comerciales.
“Estamos llamados a dar a conocer el problema de las enfermedades raras a escala mundial, a invertir en una formación más adecuada, a incrementar los recursos destinados a la investigación, a promover la adecuación legislativa y el cambio de paradigma económico”, dijo.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó a toda la comunidad internacional un aumento de la inversión en la lucha contra el cáncer, una batalla que consideró “un reto global”.
“Todos los países avanzados deberían aumentar la inversión para mejorar los resultados de los pacientes y para compartir los datos. Para poner fin al cáncer. Hay posibilidades inmensas al alcance de la mano que hace cinco años no existían”, dijo durante su intervención.
Biden, que fue recibido entre aplausos, defendió que en los últimos años “se ha avanzado mucho en todo el mundo”, desde el punto de vista de la prevención y monitorización de la enfermedad, como en la creación de vacunas y la protección del medioambiente.
Destacó que en los últimos veinticinco años la ciencia oncológica “ha alcanzado su punto de inflexión” y refirió que “mucho ha cambiado, hay mucha esperanza y muchas expectativas”.
Sin embargo reivindicó que “los gobiernos pueden hacer mucho” pero defendió que hacen falta mayores progresos, y aseguró que como vicepresidente de Estados Unidos hará “todo lo posible para eliminar los obstáculos” y para ello abogó por la colaboración entre el sector público y por involucrar a filántropos y entes académicos.