Desde que son muy pequeños, los niños manipulan objetos, se mueven, emiten diferentes sonidos y resuelven problemas sencillos… aunque estas actividades son tan comunes en la vida cotidiana que parece que no tienen la mayor relevancia, en realidad son una muestra de que están desarrollando su pensamiento creativo y aprendiendo de la naturaleza, el medio ambiente y su entorno inmediato.

 

Es precisamente en esta etapa, la que comprende la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), una de las más importantes pues se enfoca en la formación integral de cada persona, al ofrecerle el aprendizaje de base y las habilidades cognitivas que le permitirán convertirse en un ciudadano activo.

 

El acuerdo 592 de la Secretaría de Educación Pública por el cual se articula la educación básica (publicado en agosto de 2011), señala que en nuestro país el sistema educativo tiene el propósito de impulsar la formación integral de “todos los alumnos de preescolar, primaria y secundaria con el objetivo de favorecer el desarrollo de competencias para la vida y el logro del perfil de egreso, a partir de aprendizajes esperados”.

 

Estas competencias implican que los estudiantes tengan la posibilidad de seguir aprendiendo a lo largo de su vida; que puedan buscar y procesar información, utilizarla para pensar y argumentar, que critiquen y juzguen por ellos mismos; pero también que sean capaces de tomar decisiones y asumir sus consecuencias, que busquen resolver problemas y que aprendan a manejar el fracaso.

 

De acuerdo con la política educativa, los conocimientos que se aprenden en la escuela  no sirven por sí mismos, sino que  además ayudan a los niños a que aprendan a relacionarse armónicamente con otros y con su ambiente; y a que tengan la capacidad de vivir en sociedad: de decidir y actuar con juicio crítico frente a los valores y normas sociales.

 

Lograr estos objetivos ya no se puede utilizando solamente libros de texto, aunque estos sean los más actualizados. Diversos especialistas coinciden en que es necesario proporcionar materiales didácticos para lograr resultados óptimos en el proceso de aprendizaje.

 

En la educación básica, sobretodo, este tipo de material ayuda a cumplir con los objetivos del proceso de enseñanza y aprendizaje, por lo que se deben adecuar a las necesidades e intereses de los alumnos.

 

La importancia de esta herramienta la han entendido sistemas educativos tan avanzados como el de Finlandia donde la enseñanza obligatoria es gratuita desde el material educativo hasta el transporte.

 

De acuerdo con el Índice para Vivir Mejor de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Internacional (OCDE), Finlandia es un país con alto desempeño en lo que respecta a la calidad de su sistema educativo. Sólo para ejemplificar, en promedio los estudiantes obtuvieron una calificación de 529 puntos en lectura, matemáticas y ciencias en la más reciente aplicación del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA).

 

“Esta calificación es mucho más alta que la media de la OCDE de 497, lo que convierte a Finlandia en uno de los países de la OCDE más fuertes en competencias de los estudiantes. En promedio en Finlandia, las niñas superaron a los niños por 27 puntos, cifra considerablemente mayor que la brecha media de la OCDE de 8 puntos”, señala el reporte.

 

Sobre el tema, Pablo Fonseca Torrado -fundador con su hermano Alejandro de la empresa Educational Aims, que se dedica a distribuir en México material didáctico de la marca Lakeshore desde hace aproximadamente siete meses- señaló que es necesario que estos materiales didácticos sean de alta calidad y duración.

 

“El material didáctico es importante ya que se convierte en un medio de exploración y conocimiento que lleva al aprendizaje del niño. Permite estimular la creatividad, el juego y el desarrollo del niño”, explicó Pablo Fonseca Torrado.

 

Con ventas por catálogo y entregas en periodos de tres semanas, el objetivo de Educational Aims es contribuir en mejorar el sistema educativo del país a través de la introducción de productos que se utilizan en países con un sistema educativo tan avanzado como el de Finlandia, que ha sido considerado en varias ocasiones como el mejor del mundo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

 

“Tenemos en nuestro catálogo cerca de 3 mil de los más de 5 mil artículos que maneja Lakeshore en más de 60 países en todo el mundo. Podemos montar un salón de piso a techo y tenemos material didáctico para Ciencias, Idiomas, Matemáticas, Lenguaje, manipulables, materiales de construcción y sensoriales. Para edades que van de los cero a 11 años”.

 

¿Para qué sirve el material didáctico?

 

Favorece el desarrollo de las habilidades en los alumnos

 

Ayuda a perfeccionar las actitudes relacionadas con el conocimiento

 

Para desarrollar el lenguaje oral y escrito, la imaginación, la socialización, el mejor conocimiento de sí mismo y de los demás.

 

Promueve la estimulación de los sentidos y la imaginación, dando paso al aprendizaje significativo.