BERLÍN. El servicio secreto interior de Alemania vigila cerca de 90 mezquitas en todo el país con la intención de encontrar a extremistas que buscan incitar a la gente en árabe a unirse a la yihad con discursos llenos de odio. Así lo informó su presidente, Hans-Georg Maassen.
“Estamos preocupados porque hay muchas mezquitas islamistas en Alemania que también debemos vigilar”, declaró Maassen, titular de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV). Se trata generalmente más bien del “patio trasero de las mezquitas”, en el que los extremistas buscan incitar a la gente en árabe a unirse a la yihad con discursos llenos de odio, explicó.
El presidente del BfV agregó que, tras una fuerte subida en los últimos meses, sus servicios tienen registrados en la actualidad a unos ocho mil 650 salafistas, o musulmanes seguidores de una versión muy extremista de su religión, que defienden el uso de la violencia o mantienen un postura ambigua ante su empleo.