Cuando Peter Murphy lanzó Should the world fail to fall apart, el álbum con el que el líder de la desaparecida agrupación Bauhaus debutó como solista hace tres décadas, su mayor desafío recayó en encontrar un sonido que le permitiera reinventarse como músico.
El llamado “Padrino del Rock Gótico” aún recuerda la primera vez que caminó solo sobre un escenario, tras haber probado las mieles del éxito con la banda que también integraban el guitarrista Daniel Ash, el bajista David Jay y el baterista Kevin Haskins. Más que temor, el músico se sorprendió de la gama de posibilidades que tenía como artista y supo que una nueva era había llegado para él.
“Fui un hombre nuevo”, dijo Murphy en conversación telefónica con 24 HORAS.
“No pienso que haya sido una decisión egoísta (salir de las filas de Bauhaus). Y lo mejor fue haber descubierto que solo podía hacer lo que pude lograr con la banda” añadió el británico, quien esta semana regresa a México para ofrecer un concierto el próximo jueves en el Plaza Condesa de la CDMX.
Murphy no se equivocó. Después de una breve alianza con el ex bajista de Japan, Mick Karn, proyecto que adoptó el nombre de Dali’s Car, el músico originario de Northampton se sumergió en el mundo desconocido del arte en solitario, y logró catapultarse como uno de los vocalistas más elegantes de la escena rockera.
A finales de la década de 1990 alcanzó el éxito en Europa y América con canciones como “Cuts you up” y “A strange kind of love”. Su voz de barítono y la elegante presencia de la que goza rápidamente lo situaron en un lugar privilegiado, influyendo a músicos de generaciones más jóvenes, como el propio Trent Reznor, el visionario líder y cerebro detrás de Nine Inch Nails.
“Nunca me vi a mí mismo como un músico. Nunca aprendí a tocar un instrumento como tal, no soy ningún virtuoso, pero me di cuenta de que tengo una gran musicalidad”, confesó el compositor e intérprete.
“Jamás me ha gustado mostrarme como algo que no soy. Estoy lejos de ser una figura masiva y, honestamente, es algo que no me importa”, señaló.
“He adoptado el eclecticismo como mi idea en la vida. Así quiero mantenerme, fiel a mí mismo”, apuntó el intérprete de canciones como “Indigo eyes” y “All night long”.
Desde hace casi dos décadas, el roquero de 58 años reside en Turquía, un lugar que le ha permitido mantener intacta su paz espiritual.
“He buscado incansablemente la paz, y Turquía me ha permitido no olvidarme quién soy, de dónde vengo y hacia dónde voy”, afirmó.
“Soy un hombre tremendamente espiritual, por supuesto que creo en Dios”, subrayó el también actor. Precisamente una figura espiritual para Murphy ha sido la del fallecido David Bowie.
“Bowie personifica la belleza. Era un hombre discreto, pero bondadoso y un ser con mucha luz”, concluyó.