TORONTO. Se trata de 80 mil habitantes de Fort McMurray, en Alberta, una ciudad con arenas de alquitrán, arrasada por las llamas.

 

Los residentes recibieron la orden de irse cuando las llamas avanzaron hacia la ciudad y en su camino destruían barrios completos.

 

 

Las autoridades advirtieron que elevadas temperaturas y fuertes vientos, hacen prever que el incendio aumentará de tamaño, por su parte, la primera ministra de Alberta, Rachel Notley, dijo que la evacuación es la más grande en la historia de la provincia. Los residentes mostraban pánico.