ANKARA. El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, anunció su retirada del cargo, en una declaración en la que dejó claro que se trata de una decisión forzada por la actitud de su partido, el islamista Justicia y Desarrollo (AKP).
Davutoglu confirmó que ha convocado un congreso extraordinario del AKP para el próximo 22 de mayo y agregó que no se presentará como candidato a liderar su gobernante partido, fundado en 2001 por el actual presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.
El anuncio se produjo después de una breve reunión de la cúpula del partido esta mañana y una larga entrevista ayer entre Davutoglu y Erdogan, que despertó gran expectación en los medios.
En aquella reunión, la cúpula del AKP le retiró a Davutoglu la potestad de nombrar a cargos locales del partido, una decisión que numerosos analistas consideran instigada por el jefe del Estado para apartar del poder a quien fue durante años un estrecho aliado suyo.
“Quiero decir algo a los ciudadanos que nos votaron el 1 de noviembre (pasado). Que mi turno en el cargo no haya llegado a los cuatro años (de una legislatura) no ha sido elección mía, sino que es el resultado de un imperativo” comentó Ahmet Davutoglu.
Embarcado en una iniciativa para elaborar una nueva Constitución que dote a Turquía con un sistema presidencialista (en lugar del parlamentario actual), Erdogan ha considerado que Davutoglu estaba frenándole, opinó Özer Sencar, director del instituto demoscópico Metropoll, en declaraciones a la televisión CNNTürk.
La oposición criticó duramente lo que considera una maniobra del presidente para apartar del poder a un primer ministro elegido democráticamente, y el líder del partido socialdemócrata CHP, Kemal Kiliçdaroglu, habló de un “golpe de palacio”.
Muchos analistas creen que Erdogan buscará una nueva cita con las urnas para conseguir una mayoría de dos tercios en el Parlamento, lo que le permitiría aprobar un cambio constitucional sin necesidad de referéndum, pero Rasit Kaya recela de todo vaticinio lógico.