La Procuraduría capitalina ejercerá acción de remisión contra un adolescente de 17 años por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado en agravio de una adolescente de 14 años y la madre de ésta, ocurrido en Iztapalapa.

 

La titular de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes, Margarita Maguey, informó que de acuerdo con la averiguación previa el imputado presuntamente actuó en complicidad con otros dos jóvenes de 13 y 16 años.

 

El presunto homicidio ocurrió el 3 de mayo en un inmueble ubicado en la esquina de las calles Diego Rivera y Ramos Millán, colonia San Miguel Teotongo, sección La Joya.

 

En conferencia de prensa, la funcionaria refirió que policías preventivos que llegaron al lugar para atender un llamado de emergencia se percataron de que en el suelo de la cocina estaban dos mujeres, madre e hija, de 39 y 14 años de edad, respectivamente, por lo que solicitaron una ambulancia.

 

Al llegar los paramédicos encontraron a la madre sin vida, con cortaduras en el cuerpo, mientras que la menor, quien también tenía lesiones, aún presentaba signos vitales, por lo que fue trasladada a un hospital público, donde falleció.

 

La fiscal detalló que un testigo vio al adolescente llevar en varias ocasiones agua en una cubeta al cuarto donde fueron encontradas las occisas, sin saber cuál era el motivo.

 

“Al cuestionarlo refirió que estaba estudiando junto con sus compañeros y que se habían salpicado de pintura, percatándose que el probable responsable traía manchas rojas en el cabello, cara y las mangas de la playera”.

 

Posteriormente agentes de la Policía de Investigación ingresaron al domicilio del adolescente, previa autorización de la madre, donde encontraron una maqueta y un cuaderno con los supuestos planos del departamento donde se cometió el presunto homicidio, así como los objetos utilizados para cometerlo.

 

De acuerdo con información de Milenio TV, “la confianza que el jovencito se había ganado era en parte por la amistad  que inició con Alejandra y sus padres dueños del predio. Así fue como conoció dónde guardaban la herramienta que usaba el jefe de familia en su taller de mecánica y otros objetos de valor”.