Un grupo de especialistas mexicanos alertan que ocho de cada 10 pacientes con asma no tienen un adecuado control de su enfermedad, lo que les impide una vida de calidad por los constantes episodios de dicho padecimiento.

 

El director médico del Centro de Asma y Alergia de México, Francisco Cuevas Schacht, explicó en un comunicado que la enfermedad inflama y estrecha las vías respiratorias hacia los pulmones, lo que provoca las exacerbaciones en pacientes.

 

El médico detalló que hay diversos factores que empeoran estos síntomas, como los ácaros del polvo, el pelaje de los animales, el moho, el polen, los irritantes, el humo de cigarrillo, la contaminación del aire y las sustancias químicas, entre otros.

 

“En nuestro país existe un gran descontrol de la enfermedad, y este dato es muy impactante, ya que la percepción es que 80% de los pacientes cree que tiene su asma bien controlada”, dijo el jefe del Departamento de Neumología y Cirugía de Tórax del Instituto Nacional de Pediatría (INP).

 

“La realidad es que sólo el ocho por ciento de la población asmática, tiene su asma en control”, agregó.

 

A su vez, la neumóloga pediatra adscrita al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Claudia Garrido Galindo, indicó que el objetivo principal del manejo del asma a largo plazo es llegar al control para prevenir riesgos futuros.

 

“El asma es una enfermedad crónica que requiere de un tratamiento permanente”, señaló la doctora.

 

La guía GINA (Global Initiative for Asthma, por sus siglas en inglés), que contiene la estrategia global para tratamiento y prevención del asma, propone la terapia combinada con formoterol y budesonida como alternativa eficaz de control del asma.

 

Esta guía se encuentra formada por una red internacional de organizaciones y especialistas en asma que colaboran para generar y distribuir información basada en la evidencia, dirigida a mejorar el cuidado de los pacientes con este padecimiento.

 

Por tanto, los especialistas consideran que es importante que el paciente identifique los síntomas iniciales de pérdida de control de su enfermedad, como son incremento en la tos, menor tolerancia a la actividad física y silbidos.

 

Por ello, es importante que de forma temprana y oportuna se ajuste la terapia de mantenimiento con el incremento de la dosis del corticoesteroide y el broncodilatador, para evitar que progrese la enfermedad.

 

Garrido Galindo aseguró que si un paciente no logra el control de su asma, en la mayoría de los casos se debe a que no recibe la terapia adecuada.

 

La especialista mencionó que una alternativa eficaz de tratamiento para alcanzar el control incluiría usar un mismo dispositivo para el mantenimiento del padecimiento y el manejo de exacerbaciones.