Alma Alejandra Martínez Herrera es una mamá disciplinada debido a su formación militar, es dulce con sus pacientes de enfermería y la mejor amiga de su hija, su máximo orgullo. Pero esta doble función, la de madre y soldado, le ha formado una personalidad fuerte y poco común que le ayudó a sobresalir como elemento del Ejército y como madre de una joven exitosa, la misma personalidad que incluso puede espantar a los pretendientes de la capitán Alejandra Montserrat Velasco Martínez, su hija.

 

¿Qué puesto ocupa en el Ejército?

 

Soy Coronel enfermera del Ejército.  Tengo una hija que es capitán primero, pasante de medicina y ahorita está en un plantel militar.

 

¿Cuándo supo que ella deseaba ser soldado?

 

Desde chiquita, ella me decía que quería ser como yo (enfermera), pero al salir de la preparatoria decidió que quería entrar a la Escuela Médico Militar.

 

¿Es por vocación?

 

Es por vocación doble, por militar y por medicina.

 

¿Qué sintió en aquél momento?

 

Sentí mucho orgullo, mucha satisfacción, un descanso de saber dónde va a estar mi hija. Orgullo, primero, porque como mamá militar hice bien mi papel, porque ella siguió el camino de la disciplina, porque, aunque no quiera, la disciplina la tuvimos también en el hogar y es la base de todo. Entonces, saber que ella quería ser militar, y que ya lo es, para mí es un orgullo, porque va a continuar con lo que yo empecé hace 42 años.

 

Usted es Coronel en el Ejército, pero… ¿en su casa es General?

 

(Suelta una discreta carcajada. Se acomoda en el sillón y mueve sus manos en el aire cuando habla) Te voy a hablar de dos aspectos: una como mamá y ella como hija, somos las mejores amigas, nos contamos todo. Pero como ella es militar le digo ‘hijita hermosa, tienes la de perder, porque yo soy coronel y tú eres capitán’.

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¿Cómo es una mamá que trabaja en las Fuerzas Armadas?

 

Mi mamá me describe de carácter fuerte, pero aparte de la genética es la herencia, porque mi papá  también fue militar. Él ya falleció, él nos educó de manera disciplinada. Mi carácter es fuerte y como mamá tengo que escucharla, como enfermera tengo que tener la empatía con mis pacientes para poder tratarlos de forma dulce, amigable.

 

En el Ejército, la mujer militar que es madre pasa por muchas vicisitudes, pues también he tenido que dejar a mi hija. En su momento, cuando me nombraban para irme a alguna comisión por 15 o 20 días, hubo un ángel maravilloso que es mi mamá. Ella me cuidó a mi hija cuando tuve que ausentarme a mis diferentes comisiones y cuando regresaba estaba tranquila, porque mi mamá me la cuidaba.

 

Yo recomiendo a las mujeres en edad de estudiar o las mamás que quieran aconsejar a sus hijos, que entren a un plantel militar. Es una visión de futuro.

 

¿En algún momento ha sentido miedo por su hija?

 

Desde que el hijo crece y sale de la casa ya es una preocupación. Que porque se va con los amigos, porque se va a un baile, por todo. Sin embargo, he de decirte que cuando ella me dijo que iba a entrar al plantel militar, pensé: por fin voy a saber dónde está mi hija y que está bien cuidada. Ellos no sufren por tener que salir a buscar el microbús, salir a buscar comida, aquí tienen todo para que nada más se pongan a estudiar en el plantel que elijan.

 

Alma Alejandra se graduará el primero de septiembre, previo examen profesional, y con el título de médico cirujano será ascendida a mayor. Habrá un baile de graduación y podrá invitar a cinco amigos, familiares y maestros.

 

Eso quiere decir que ha sido alumna exitosa y buena hija.

 

Las dos cosas, y además es bonita, jajaja.

 

En ocasiones las mamás rezan por sus hijos, ¿usted reza?

 

Claro, todos los días. Por mi hija, para que le vaya bien en sus estudios y para que cuando tenga que irse a un batallón y tenga que enfrentar todo lo que yo viví, en un momento dado, la proteja Dios, el ser supremo al que siempre le pido por mi hija.

 

Su hija debe ser muy joven, ¿ya es mamá?

 

-No, todavía no. Es soltera, tiene 25 años, de hecho es uno de los requisitos para poder terminar la carrera.

 

¿Y no le espanta a los novios cuando saben que la suegra es militar?

 

Jajaja, normalmente los novios o pretendientes son de nuestro ámbito.

 

Pero se espantarían de todos modos, ¿o no?

 

Sí, claro. Alguien me preguntó una vez que cómo se refería el novio de mi hija hacia mí y le contesté: ¿hay otra manera de llamarme coronel? No me puede decir suegra, no me puede decir señora, soy coronel y él sabe que soy coronel, por lo tanto se tiene que referir a mí como coronel.

 

¿Su hija intercede por él?

 

Sí, me dice: “¡ay mamá!”. Pero yo le contesto: “Hija, somos militares y la disciplina es en todos los aspectos. No la puedo romper para que, como estás aspirando a ser yerno, me puedas hablar de tú”. Los militares somos militares, siempre va a ser así.