SAO PAULO. Varios centenares de brasileños se manifestaron hoy contra el presidente interino, Michel Temer, en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil y cuna política del sustituto de la mandataria Dilma Rousseff, que fue suspendida del cargo después de que el Senado decidiera abrir un juicio político en su contra.
La céntrica Avenida Paulista, tradicional bastión de la que hasta ahora era la oposición al Gobierno de Rousseff, fue el escenario de las protestas, que comenzaron a última hora de la tarde y que congregaron a sindicatos y movimientos sociales.
Los participantes quemaron el gigante pato inflable que hace meses cela la entrada de la Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), la patronal más influyente del país, que había hecho campaña a favor del proceso contra Rousseff y cuya mascota se había convertido en un símbolo de su batalla por la reducción de impuestos.
Los manifestantes señalaron que no reconocerán la “legitimidad” del Gobierno de Temer y aseguraron que saldrán en los próximos días a las calles, pero no para defender a Rousseff, sino para proteger “la democracia y los derechos sociales”.
El líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y coordinador del Frente Pueblo Sin Miedo, que aglutina a una treintena de entidades sociales, Guilherme Boulos, afirmó que la determinación de la Cámara Alta “es muy grave” porque “a partir de hoy tenemos un presidente ilegítimo”.
Boulos también dijo que “quienes creen que el acto del Senado pacificará el país, tendrán la respuesta en las calles” porque, anunció, intensificarán las movilizaciones en todo Brasil.
En Brasilia, la capital y epicentro de la crisis política, algunas decenas de mujeres también protestaron contra Temer y llegaron a invadir la rampa de acceso al palacio presidencial del Planalto durante la ceremonia de investidura del mandatario.
Las manifestantes fueron reprimidas con gas pimienta por la policía, que impidió que éstas se acercaran a la puerta de entrada.
Durante ese acto, Temer anunció la mayoría de los integrantes de su gabinete, que se inclinará hacia la centroderecha.