WASHINGTON. Los oficiales hispanos Mario Gutiérrez y Jason Salas figuraron hoy en el selecto grupo de oficiales que recibieron la Medalla al Valor, la más alta presea a los agentes del orden público que arriesgan sus vidas en el cumplimiento de su deber.

 

“Esto es como un sueño. Estoy aquí viviéndolo y no lo creo. Uno lee esto en los libros de historia, pero estar aquí es increíble”, dijo el oficial Mario Gutiérrez, de la policía del Condado Dade, en Miami, poco después de recibir la condecoración de manos del presidente Barack Obama.

 

Gutiérrez, de 57 años y asignado a la vigilancia del aeropuerto de Miami como patrullero motorizado, dijo sentirse bien por el reconocimiento, pero como el resto de sus compañeros honrados, dijo que simplemente respondió a lo que el deber le impone.

 

“Yo sólo estaba haciendo mi trabajo; ellos son los que me están haciendo este honor y lo aprecio”, dijo el policía en entrevista en los patios de la residencia presidencial.

 

Gutiérrez fue reconocido por impedir que un hombre armado iniciara un fuego cerca de enormes tanques que almacenaban gas, que habría resultado en una tragedia de enormes proporciones.

 

El policía reveló que era parte de la seguridad motorizada cuando el entonces candidato presidencial Barack Obama visitó Miami, y que planeaban llevar a su esposa a cenar para celebrar la ocasión, aunque “desde ese día, todos los días celebro. Le doy gracias a Dios por estar vivo”.

 

El oficial Jason Salas se dijo honrado por haber sido parte del grupo de policías que fueron reconocidos este día, y lamentó que uno de ellos no estuviera pues la medalla le fue otorgada de manera póstuma.

 

“Este es un gran honor, estar aquí, con el presidente Obama, pero es una desgracia que un oficial no pueda estar aquí, pero estoy muy agradecido, este es un enorme honor”, indicó en oficial asignado al departamento de policía de Santa Mónica, California.

 

Salas recibió la medalla junto a otro oficial de su departamento y un policía del Colegio de Santa Mónica, quienes en el 2013 dieron muerte a un pistolero que se atrincheró al interior de la biblioteca de ese centro de estudios.

 

Salas y los otros dos policías fueron los primeros que respondieron al reporte sobre la presencia de un pistolero armado con un rifle automático de asalto, quien había asesinado antes a dos personas en la casa en que vivía, y mató a tres más, una en terrenos del Colegio, antes de ser muerto por la policía.

 

“Por fortuna pudimos detenerlo antes de que pudiera matar a más gente”, dijo el policía de 39 años en entrevista posterior a la ceremonia en que recibió el galardón.