VIENA. La enésima cumbre internacional para buscar una salida a la guerra en Siria terminó hoy en Viena con apenas un compromiso para intentar ampliar el inestable alto el fuego pactado en febrero y para recurrir a un puente aéreo de emergencia si se sigue bloqueando el envío por tierra de ayuda humanitaria.

 

«Ninguno de nosotros puede estar remotamente satisfecho con la situación en Siria. Es profundamente perturbadora«, reconoció el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, tras un encuentro que reunió a 26 países y organizaciones internacionales involucrados en la búsqueda de una solución política en Siria.

 

En la cumbre celebrada en Viena y presidida por Kerry y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, quedó claro que todas las partes implicadas, tanto quienes apoyan al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, como quienes se le oponen, coinciden en el mensaje de garantizar una Siria unida y no sectaria.

 

«El desafío que afrontamos ahora es transformar estas posibilidades en realidades», apuntó Kerry

 

El secretario de EU se refirió a los avances logrados en los últimos meses, como el alto el fuego pactado el pasado febrero, al decir que son «frágiles» y «cada vez más amenazados por acciones irresponsables y peligrosas tomadas por aquellos que prefieren crear problemas antes que soluciones».

 

La reunión terminó sin concretar cuándo se retomarán las negociaciones de Ginebra entre las distintas facciones sirias y el Gobierno.

 

Staffan de Mistura, el enviado especial de la ONU para Siria, dijo no poder revelar aún la fecha, aunque indicó que no se puede retrasar mucho ya que hay que mantener el impulso y tendría que celebrarse antes del comienzo del Ramadán el 6 de junio.

 

Con todo, el representante de Naciones Unidas dijo que esas negociaciones serán más creíbles cuando haya una «creíble mejora del cese de las hostilidades y un creíble desarrollo de la parte humanitaria».

 

Sobre el alto el fuego, De Mistura lamentó que haya bajado del 80 al 50%.