RÍO DE JANEIRO. El presidente interino de Brasil, Michel Temer, recuperará finalmente el Ministerio de Cultura tras las numerosas críticas recibidas en los últimos días a raíz de la eliminación de esta cartera que pasó a depender del Ministerio de Educación, según informaron hoy fuentes oficiales.
, en unas declaraciones que fueron publicadas este sábado en la página oficial de Facebook de su ministerio.
El nuevo ministro, que está previsto que jure el cargo este próximo lunes, será Marcelo Calero, quien ya había sido elegido como responsable de la nueva secretaria de cultura.
“Vamos a trabajar junto con Marcelo Calero para potenciar los proyectos y acciones entre la educación y la cultura”, apuntó Mendoça Filho.
Calero, de 33 años, era responsable de la Secretaría Municipal de Cultura de Río de Janeiro desde el año pasado.
El Ejecutivo hace frente así a las numerosas críticas recibidas por parte tanto del mundo de la cultura, como por diversos sectores de la sociedad brasileña por la supresión de esta cartera, dentro del plan de reorganización del gabinete ministerial llevado a cabo por Temer tras asumir la jefatura de Estado la semana pasada.
Protestas
La revuelta comenzó con el anuncio de eliminar el Ministerio de Cultura (MinC) para transformarlo en una secretaría del Ministerio de Educación, con el fin de reducir de 32 a 22 el número de carteras de su gabinete. Lo que colmó la paciencia del mundo artístico, siempre más cercano al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y, por ende, a la presidenta Dilma Rousseff.
El lunes pasado, en el Centro de Río de Janeiro, más de un centenar de manifestantes -artistas jóvenes y estudiantes- invadió el Palacio Gustavo Capanema, edificio icónico de la arquitectura moderna, ex sede del antiguo Ministerio de Educación y Cultura cuando Río era la capital brasileña.
Además, al menos tres mil personas salieron el miércoles pasado a las calles de Sao Paulo para protestar contra el Gobierno del presidente interino Michel Temer a quien acusaron de ser un “traidor” por haber articulado la salida de Rousseff cuando todavía era vicepresidente de Brasil.
“No reconocemos ninguna decisión tomada por el gobierno ilegítimo de Temer, pero la extinción del Ministerio de Cultura fue un absurdo total. La cultura es lo que da identidad a un pueblo”, dijo a LA NACION la periodista Joana Carvalho, de 44 años, una de las voceras del grupo de las ahora más de 2000 personas que domina el Palacio Capanema.
Los congregados, en su mayoría mujeres, pidieron la salida del presidente interino y el regreso de Rousseff.