Edgar Ortiz Arellano, politólogo y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), calificó cómo “insuficientes”  los debates organizados por las autoridades electorales en los 12 Estados que renovarán gobernadores.

 

El también consultor señaló que si bien, estos ejercicios democráticos son útiles para que los ciudadanos emitan un voto informado, el método bajo el cual se desarrollan actualmente y la  sobrerregulación a la que están sujetos impiden realmente conocer y contrastar los proyectos de gobierno de los aspirantes a diversos cargos de elección popular.

 

“A diferencia de las democracias avanzadas, en México los debates normalmente están muy acotados.  No hay una discusión a profundidad de las ideas o de las posturas encontradas de todos los candidatos, en primer lugar por las restricciones incluidas en la Ley electoral y, segundo, porque en realidad no están acostumbrados los candidatos y los electores a ver fuertes discusiones”, declaró en una entrevista con 24 HORAS.

 

Por otra parte,  el consultor y politólogo lamentó que, a diferencia de otros países, en México se priorice “la lucha encarnizada”  entre contendientes, a través de señalamientos y descalificaciones, por encima de las propuestas de gobierno.

 

Más debates

 

De  acuerdo a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) se considera obligatorio que en los nueve estados donde se renovarán las gubernaturas los Organismos Públicos Electorales Locales (Oples) organicen al menos dos debates entre los candidatos participantes.

 

Al respecto, Ortiz Arellano consideró que esa es una de las disposiciones que deberían ser reformadas, a fin de garantizar un mayor número de encuentros. Además, dijo es necesario cambiar los formatos que los regulan, así cómo permitir la participación ciudadana con el fin de que estos sean más efectivos.

 

“En la mayoría de las democracias se considera que hay una relación entre la vida pública y la vida privada,  sin embargo en el caso de México no hemos llegado a ese nivel de madurez. Tenemos que obligar a los candidatos a prepararse mejor,  a participar en debates y a que construyan efectivamente plataformas de gobierno dónde la ciudadanía pueda cuestionarlos. Muchas veces este tipo de debates de tipo personal, de ataque personal que se llevan en extremo,  se dan cuándo en realidad no hay propuesta política. Debe de haber un equilibrio pero no vía regulación electoral,  sino un equilibrio sobre lo que la ciudadanía exige,  pues si solo observa dimes y diretes, afrentas personales, también se fomenta un desinterés a la hora de votar”, concluyó.