Concluyó la cumbre del G-7 en la que Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y el anfitrión Japón, a través de sus ministros de finanzas, se unieron al deseo de que Reino Unido permanezca dentro de la Unión Europea. Este grupo no hizo alusión a un plan B en caso de una salida, aunque las encuestas hasta el momento reflejan un sesgo “a continuar dentro” de la Eurozona con un alto porcentaje aún de indecisos.
Otro de los puntos importantes fue la evaluación del movimiento de las divisas, en el que el ministro de finanzas japonés considera que el del yen tiene un tono más especulativo y desordenado versus el secretario de finanzas de Estados Unidos, Jack Lew, que lo ve diferente y pide no llevarlo a buscar “devaluaciones competitivas y comerciales”.
El yen registra, hasta el cierre del viernes pasado, una “apreciación de 8.35% frente al dólar en lo que va del año. Japón tiene una política monetaria “flexible” en la que su tasa de interés de referencia es negativa en -0.1%, su inflación también en -0.1% anual, una producción industrial creciendo a ritmos anuales de 0.2%, ventas minoristas decrecientes -1.10% y un sector manufacturero en zona de contracción. Su PIB al primer trimestre del año se ubicó en +1.7% evitando por ahora una “recesión técnica”.
Estados Unidos, por su parte, registra un PIB, al primer trimestre del año, de +0.5%, pero que este próximo viernes se podría estar revisando más cercano a 1.0%. Mantiene una producción industrial contraída ya por varios meses, una inflación al consumidor en 1.1%, una tasa de desempleo en 5.0% (casi pleno empleo), ventas minoristas con tasas de crecimiento de 3.0% anual, una mejora en el nivel de confianza al consumidor y una tasa de interés de referencia en +0.5%.
Estas comparaciones del estatus económico permiten evaluar el punto real entre las divisas de ambos países. De 2012 a junio de 2015, el yen sufrió una depreciación de 67% frente al dólar cuando alcanzó niveles de 125 yenes por dólar a la venta. Desde entonces, el yen se ha revaluado más de 11% hasta el momento.
De acuerdo a las minutas de la Fed conocidas la semana pasada, deja abierta la posibilidad de un nuevo aumento en la tasa de referencia americana; es probable que esta recuperación del yen haga una pausa y en ese sentido poder observar alguna reacción al alza en la cotización hacia los 114 yenes. De mediano plazo, resulta posible que el yen siga una tendencia de recuperación teniendo alrededor de los 100 yenes un nivel más justo, pero no por ahora.
Sólo que Japón no muestre condiciones de una recuperación económica hacia el mediano plazo más consistente y Estados Unidos, en contraparte, logre una recuperación interesante en los siguientes trimestres del año, el nivel “justo” pudiera ubicarse más hacia los 120 yenes por dólar teniendo a los bancos centrales como grandes actores dentro del mercado cambiario.