Mujeres activistas regresaron al Bordo de Xochiaca, para colocar, por segunda vez, decenas de cruces rosas en protesta contra la violencia de género y los feminicidios que van en aumento en la entidad.
Esto luego de que el pasado 30 de abril, la presidenta municipal de Chimalhuacán, Rosalba Pineda, anunciara que serían retiradas dos cruces monumentales, de cinco metros de altura cada una, y cientos de cruces de menor dimensión, colocadas a las orillas del Bordo de Xochiaca, por activistas en rechazo al aumento de violencia y feminicidios en el municipio.
El motivo de Pineda, fue la supuesta pavimentación de la zona, para la creación de una carretera, sin embargo, la construcción de dicha vialidad fue falsa, “llegó gente del municipio en sus camionetas y arrancaron las cruces, las dejaron tiradas a orillas del canal” afirma Claudia Soto, vecina de la entidad.
Las cruces rosas como simbolismo de denuncia, fue iniciativa de Irinea Buendía, madre de Mariana Lima, víctima de feminicidio; su caso fue el primero en ser atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que Buendía se resiste a dejar de luchar por las víctimas de este crimen, y decidió convocar a una nueva jornada para “Inundar de cruces rosas Chimalhuacán”.
Este domingo la jornada convocada por Irinea, comenzó con una marcha que partió del Palacio Municipal de Chimalhuacán y terminó en el Bordo de Xochiaca.
“No puedo rendirme y ninguna mujer va a dejar de luchar hasta que se acabe la impunidad en nuestro país” gritaba Buendía, convirtiéndose en la portavoz de las manifestantes.
Chimalhuacán, Nezahualcòyotl y Ecatepec, son las entidades de mayor índice en crímenes contra las mujeres, dentro del Estado de México, según datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).
“Fue en ese lugar, Chimalhuacán, a unas calles donde ahora está la escultura que costó millones, el guardián “Chimalli”, donde mi hija Mariana Lima murió a manos de su esposo, quien sigue en libertad por ser miembro de la policía, como ese caso hay cientos guardados en un cajón de archivo, pero hoy levantamos la voz por cada mujer asesinada” comentó Irinea durante el recorrido.
La jornada de protesta estuvo integrada por mujeres activistas de la Ciudad de México y Edomex, quienes aseguran, ninguna localidad es 100% libre de impunidad en casos de violencia de género.
“Podrán arrancar nuestras cruces, pero no nuestro deseo de justicia” finalizò Buendía, mientras llegaba al final de la marcha, que culminó en el Bordo de Xochiaca con la colocación de 200 cruces rosas.