Las ventas minoristas en México crecen a más del doble que la tasa a la que se expande la economía nacional, impulsadas por una moneda relativamente barata, baja inflación y el repunte del crédito, destacó hoy el banco de inversión Merrill Lynch.

 

En un informe difundido este jueves, el banco con sede en Nueva York asentó que la depreciación de 43% del peso mexicano en los últimos dos años ha impulsado el consumo interno en México en varios sentidos.

 

Primero, aumentó las remesas en dólares en 9% en el primer trimestre de 2016, además de que en este mismo periodo estos envíos de dinero aumentaron 30% respecto al año anterior cuando son medidos en pesos mexicanos.

 

Un peso débil, además, aumenta el consumo tanto de mexicanos como de extranjeros de bienes producidos en México.

 

Los mexicanos consumen menos en Estados Unidos y los estadunidenses más en México, como demuestra el aumento de 4.6% en el rubro turístico en el primer trimestre.

 

Por su parte, la baja inflación (2.5%), ha tenido también un positivo efecto en el consumo pues ha impulsado los salarios por encima del 2% anual, más del doble de lo que en promedio se ha recuperado anualmente el salario durante los pasados 20 años.

 

La baja inflación también ha mantenido límites en las tasas de interés, lo que es un incentivo para el consumo, en especial cuando los consumidores esperan que los precios de muchos bienes repunten en el futuro a consecuencia de la depreciación del peso.

 

Mientras tanto, el crédito al sector privado ha aumentado cuatro veces más que el crecimiento de la economía, debido en parte a la reforma del sector financiero de 2013, puntualizó Merrill Lynch.

 

El banco de inversión sostuvo además que el crédito bancario para bienes duraderos aumenta en México a su mayor tasa en una década, en tanto que el crédito personal y mediante tarjetas de créditos también repunta.

 

Otra de las variables que han ayudado al consumo es el mercado de trabajo en 2015, con “alta creación de empleo formal” y tasas de desempleo en descenso. Ayuda también al consumo la proximidad de las elecciones intermedias programadas para este mes.

 

El banco advirtió que el crecimiento del consumo perderá el dinamismo actual una vez que aumente la inflación como un reflejo de la depreciación del peso, aunque es incierto cuándo sucederá esto.

 

Merrill Lynch precisó no obstante que espera una relativa desaceleración del consumo en México en el segundo semestre del año.