La pelea entre Floyd Mayweather y Conor McGregor está cada vez más cerca y suena a una verdadera locura el subirlos a un cuadrilátero. A pesar de ser disciplinas muy diferentes, el objetivo será noquear al rival y callarle la boca, y es que ambos se han caracterizado por amedrentar a sus rivales.

 

Los luchadores de Artes Marciales Mixtas, a las cuales pertenece la UFC, tienen una preparación que incluye el boxeo y otras disciplinas, además, de subirse al octágono con guantaletas y tener permitidas las patadas y aplicar técnicas que son más extremas que las de un boxeador.

 

El boxeador necesita una gran movilidad en las piernas y en la cintura para esquivar los golpes del rival, pero su entrenamiento no incluye artes marciales. Un punto a favor es la preparación aeróbica, pues sus entrenamientos de altura se realizan en montaña y con muy poco oxígeno.

 

“Mucha gente piensa que este deporte es muy salvaje, lo miran en la televisión y miran la sangre, los golpes, pero este es un deporte donde hay reglas que nos protegen a nosotros los peleadores, y también a los jueces, es mucho entrenamiento antes de entrar a una pelea”, afirmó Efraín Escudero, peleador mexicano de UFC.

 

El alza de popularidad de la UFC se debe a que en los últimos años no han surgido boxeadores que capten el interés de los fanáticos. Ya no hay esos “gigantones” del ring como Mike Tyson, Julio César Chávez y Oscar de la Hoya.

 

La pelea más publicitada en los últimos días tendría a Mayweather ganando 100 millones de dólares y eso sería un motivo suficiente para volver al ring, pero McGregor se llevaría tan sólo siete millones; la diferencia ha generado controversia, pero el estadunidense ya anunció la pelea en sus redes sociales. Será cuestión de esperar para ver la contienda del billón.