PARÍS. El río Sena a su paso por París superará esta noche su pico máximo esperado y se prevé que pueda alcanzar entre 6.3 y 6.5 metros de altura, debido a las fuertes lluvias caídas a lo largo de la semana que mantienen en alerta naranja trece departamentos en toda Francia, en especial en región parisina.

 

En un principio se preveía el Sena rondase los seis metros en la capital, pero no que los superase y fuese más allá del nivel alcanzado en su última gran crecida, en 1982.

 

La ministra de Ecología, Ségolène Royal, adelantó en un comunicado que, más que un pico, “será una plataforma que permanecerá relativamente estable durante todo el fin de semana”, antes de que comience su descenso, que como siempre será más lento que la subida.

 

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En las regiones septentrionales del país la decrecida ha comenzado ya y el departamento de Seine-et-Marne, el último que seguía todavía en alerta roja, la máxima, pasó a naranja esta mañana, como las otras zonas del país afectadas por las lluvias continúas, la humedad y el cielo perpetuamente grisáceo.

 

Dicho nivel de vigilancia obliga a la población a aumentar su precaución por el riesgo meteorológico existente y por la existencia de cierto grado de peligro para las actividades usuales.

 

De momento, las autoridades solo han informado de una víctima mortal, un hombre de 74 años fallecido ayer Seine-et-Marne, pero Royal no descarta que cuando decrezca el nivel de las aguas puedan descubrirse otras víctimas.

 

La ministra previno, asimismo, de que “todo el trabajo de reconstrucción va a ser lento” y podrá tomar “varias semanas”.

 

Las lluvias han perjudicado especialmente el transporte parisino, que se ha visto obligado a cerrar algunos puntos de la línea de cercanías RERC, y han obligado al cierre de los museos del Louvre y de Orsay, que han activado un plan para evacuar sus obras de las plantas inundables.

 

De momento, alrededor de 20 mil  hogares seguían este viernes sin electricidad, unas 20 mil personas habían tenido que ser evacuadas en Francia y en el centro del país, la ciudad de Orleans había quedado aislada por carretera.

 

 

El presidente francés, François Hollande, anunció ayer que el próximo miércoles, en el Consejo de Ministros, se declarará el estado de catástrofe natural para las zonas más afectadas por el temporal.

 

La crecida del Sena alcanzó esta mañana los 558 metros a su paso por París, una cifra que en la gran inundación de 1910 llegó a los 8.62 metros y que en otras grandes crecidas como la de 1955 se situó en los 7.1 metros.

 

 

El museo del Grand Palais cierra sus puertas 

 

El centro de exposiciones del Grand Palais y el Palais de la Découverte de París cerraron hoy sus puertas al público de forma preventiva e indefinida ante la crecida del río Sena, al igual que se había hecho en el Museo del Louvre desde la mañana.

 

Un funcionario del Grand Palais explicó a Efe que el cierre, que era efectivo desde las 14.30 locales, se había decidido “como una medida preventiva por los riesgos de inundación” ante la crecida del Sena.

 

 

El empleado añadió que la medida tiene carácter “indefinido, hasta que la dirección no disponga que es seguro” reabrir las instalaciones.

 

Actualmente se llevan a acabo allí las exposiciones “Carambolages”, “Amadeo de Souza Cardoso”, “Seydou Keïta”, “La tierra, el fuego, el espíritu” y “Monumenta”.

 

Otras instituciones culturales que se encuentran a orillas del Sena en la capital francesa, también han suspendido su actividad de cara al público, como el Museo de Orsay, cuyos responsables han avanzado que no reabrirá al menos hasta el martes.

 

El Museo del Louvre tomó desde ayer esa misma decisión para disponer de un plazo de tres días para proteger sus obras, algunas de las cuales han sido desplazadas de su lugar habitual de exposición. En este caso, su dirección no se ha pronunciado sobre la posible fecha de reapertura.

 

En cambio, el Museo Quai Branly, aledaño también al río Sena no cerrará sus puertas, a menos de que sigan subiendo las aguas.