Hace no mucho tiempo, en este espacio escribía que Snapchat es sin lugar a dudas, el siguiente gigante en la arena de las redes sociales. De acuerdo con un reporte de TechCrunch, la plataforma tiene ya más audiencia por día que nada más y nada menos que otro de los reyes del espacio social, Twitter. De acuerdo con ese informe, el promedio de usuarios diarios de Snapchat a nivel mundial, es de 125 millones, mientras que Twitter alcanza una cifra de 111 millones.
Facebook trató de comprarla por un valor de 3 mil millones de dólares, oferta rechazada pues se estima que la empresa podría valer arriba de los 20 mil millones de dólares (aún no cotiza públicamente). Aunque definitivamente estamos frente a un fenómeno de grandes dimensiones que llegó para quedarse al menos unos cuantos años, creo que hay que dimensionar su éxito en la medida correcta.
En principio, me parece injusto compararla con Twitter (a quien el mercado constantemente compara con Facebook y castiga, en mi opinión, también injustamente), ya que es una plataforma que como su misión lo establece, busca ofrecer a las audiencias digitales un espacio para compartir ideas e informarse, algo que nunca va a ser tan masivo como la socialización entre personas de Snapchat o Facebook. Ya quisiera cualquier compañía de medios del mundo contar con esos más de 300 millones de usuarios de Twitter para informar de una manera muy eficiente, en tiempo real, directa y con múltiples perspectivas, como lo hace la red social del pajarito azul.
Regresando a Snapchat, el reporte de TechCrunch establece que la aplicación sigue siendo una de las favoritas de los jóvenes porque sus padres todavía no aprenden a utilizarla. Y aquí viene una trampa más sobre el atractivo de la plataforma. Es verdad, Snapchat no es fácil de utilizar, sin embargo, eso que agradecen sus audiencias para quienes hoy está de moda, puede jugar en contra en el momento en que Snapchat quiera expandir sus audiencias algo que tarde o temprano, el mercado le exigirá. Si Snapchat se queda con los usuarios de entre 15 y 20 años de edad mayormente, corre el riesgo de no ser viable a futuro pues, como ha ocurrido con casi todas las plataformas sociales, ese segmento de audiencia tiende a desecharlas en el momento en que encuentran una nueva forma de interactuar entre ellos. En otras palabras Snapchat es hoy, el juguete de moda entre usuarios que no suelen ser muy leales por mucho tiempo con las plataformas que utilizan.
A favor de Snapchat juegan las experiencias publicitarias, y en general el storytelling que permite la aplicación: video vertical, imágenes con una producción extraordinaria, por ejemplo, abren a Snapchat como un espacio sumamente atractivo para las marcas que constantemente buscan innovación, un elemento que, combinado con audiencias masivas, haría una mezcla del éxito perfecta.
¿Es pues Snapchat más que Twitter u otros medios sociales? No. Es diferente y tiene su propio atractivo. Pero su viabilidad hacia el futuro dependerá de qué tan bien delineen su estrategia de largo plazo, a nivel de audiencia y también de modelos de negocio.