Desde que asumió la alcaldía de Querétaro, hace siete meses, el panista Marcos Aguilar ha estado en el centro de la polémica. Primero, su ex secretario de Seguridad Pública usó una patrulla en domingo para ir al supermercado, y tras ser exhibido en Facebook, el general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy amagó con irse “con la gente bonita de Aguascalientes”, cosa que acabó haciendo hace unas semanas. Tuvo incluso una huelga de los policías municipales. Después otorgó una concesión del servicio de recolección y tratamiento de basura a una cuestionada empresa de Monterrey.
El pasado viernes 13 de mayo, Aguilar entregó 10 patrullas eléctricas a elementos de la Seguridad Pública Municipal. Son marca GEM, modelo e2 2016, y cuentan con batería de gel. Tienen puertas rígidas, defensas reforzadas, caja de almacenamiento, torreta, cargador inteligente y barra de luces LED.
Según el comunicado del municipio “son únicas en su tipo en todo el país”. La inversión fue de tres millones 69 mil pesos.
La función de estas unidades es de “proximidad”, es decir, no se usarán para perseguir a delincuentes (tampoco podrían, pues alcanzan una velocidad máxima de 40 km/h), sino resguardar la seguridad de los queretanos y turistas y también agilizar el tránsito vehicular del Centro de la ciudad.
Su costo por unidad es similar al del Renault TWIZY, pero con la ventaja de que es más grande, aunque eso sí, corren a la mitad de velocidad del TWIZY. Lo cierto es que ya es tiempo que los gobiernos del mundo busquen alternativas ecológicas para realizar todas sus funciones. La seguridad es un tema delicado porque implica persecución de criminales, pero por algo se empieza.