La noche del sábado cientos de personas asistieron a una de las discotecas más “hot” del centro de Orlando, el Pulse, club dirigido a la población gay, en lo que era una fiesta con sabor latino y que se convirtió en la mayor tragedia en tiroteos en la historia de Estados Unidos.

 

Para al menos 50 personas fue la última fiesta de sus vidas. A las 2 de la mañana de este domingo, hora local en Florida, un atacante identificado como Omar Saddiqi Mateen, entró a la discoteca armado con un rifle de asalto, una pistola y un supuesto artefacto explosivo y abrió fuego sin reparo, asesinando a decenas de personas y e hirió a otra 50 que aún luchan por su vida.

 

El club nocturno invitó por su página de Facebook a asistir esa noche.

 

“Llamamos a todos nuestros latinos, latinas y todo que ame el sabor latino! Es hora de la fiesta! Les dejamos algo que escuchar mientras se ponen sexy para esta noche”, fue el mensaje publicado en su muro acompañado al ritmo de Mark Anthony y su éxito La Gozadera.

 

 

Sin embargo, su siguiente publicación, sólo seis horas después alertaba a los asistentes: “Todos salgan del Pulse y sigan corriendo”.

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En tanto este domingo ha pedido agua, jugos, bocadillos y frutas a su comunidad para todos los que están  donando sangre para los heridos por el ataque.