Las estadunidenses Chevron y ExxonMobil, así como la británica BP o la angloholandesa Shell, podrían convertirse a partir del 5 de diciembre en las primeras petroleras privadas en asociase con Pemex para la explotación del campo Trión, que se ubica en aguas profundas del Golfo de México y le fue asignados en la llamada Ronda Cero desde 2014.
A casi dos años de que dieran a conocer los resultados de esa primera fase tras la reforma energética, el Consejo de Administración de la empresa productiva del Estado autorizó el primer farm out, un esquema de asociación estratégica entre empresas petroleras que buscan obtener apoyo financiero y tecnológico para explotar campos petroleros que superan sus capacidades.
De acuerdo al calendario anunciado por Pemex, antes de que concluya julio, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) publicará la convocatoria para la licitación y los resultados se darán a conocer en una subasta pública que se realizará al mismo tiempo que la cuarta licitación de la Ronda Uno, es decir el próximo 5 de diciembre.
Hasta ahora, por los requerimientos técnicos y financieros que requieren los proyectos en aguas profundas, las precalificadas son las empresas BP, Shell, Chevron y ExxonMobil.
Según declaraciones del propio director de Pemex, José Antonio González Anaya, se prevé una alianza con al menos otras tres compañías debido a que carece de la tecnología para explotar el campo, cuya reserva total es de 480 millones de barriles y tiene una profundidad superior a mil 500 metros debajo del mar.
Los requisitos de inversión serán compartidos por Pemex y sus socios, bajo un régimen fiscal que deberá establecer la Secretaría de Hacienda.
Retrasos
A finales de octubre de 2015, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, anunció que durante la segunda quincena de noviembre se darían a conocer los primeros farm outs de Pemex, aunque el anuncio no se concretó.
Este esquema representa una salida ante su complicada situación financiera y los bajos precios internacionales del crudo.
A principios de este año se anunció un recorte al gasto de la petrolera de 100 mil millones de pesos, de los cuales el mayor impacto será en Pemex Exploración y Producción, con un ajuste de 46 mil 800 millones de pesos que la obligarán a reducir gastos, dejar de invertir en aguas profundas y campos con un costo de producción superior a los 25 dólares por barril, según reconoció el director de la empresa José Antonio González Anaya.