Con la obligación de salir a ganar para alargar la serie, los Cavaliers rompieron con los pronósticos y LeBron James tuvo una noche mágica para alargar las finales a un sexto partido y en Cleveland. El siguiente duelo será el jueves en la Quicken Loans Arena.
Kyrie Irving fue el complemento ideal para LeBron James y entre los dos se echaron al equipo al hombro. El único pero, es que Kevin Love dio uno de sus peores partidos como profesional.
Los Warriors de Golden State no contaron con el apoyo suficiente de la banca y Stephen Curry tuvo una noche aceptable, mientras que Klay Thompson estuvo encendido desde los tiros de tres. El poste titular Andre Bogut se fue en blanco.
La ausencia de Draymond Green, por suspensión, terminó por pesarle a los vigentes campeones que tuvieron que devolver las botellas de champaña de nuevo en el refrigerador.
Es difícil vencer a un equipo que tiene a dos jugadores que superan los 40 puntos y LeBron James salió a jugar como ese MVP que alguna vez fue.
Ni un equipo ha logrado levantarse de un 3-1 en las finales y los Cavaliers ya dieron el primer paso para que la serie final regrese a su casa. La primera parte de la tarea, de tres en total, ya la cumplieron.