En las vías de tren que corren por la Avenida Ferrocarriles Nacionales, en los límites entre Azcapotzalco y Miguel Hidalgo, una ciclovía corre paralela para incentivar la actividad física en la comunidad. Sin embargo, los vecinos del lugar detectaron un problema que se los impide: la aparición de animales muertos en bolsas de basura, atribuidos por ellos a prácticas de brujería.

 

Julio Cesar Díaz, vecino de la calle Otoño, aseguró a 24 HORAS que es común encontrar animales muertos sobre las vías, lo cual en tiempos de calor se vuelve un problema por los malos olores.

 

“Vienen a dejar bolsas de basura en la calle. El problema es que los perros las rompen, dejando toda la basura suelta. Ahí es donde hemos visto varios animales muertos, casi siempre gallinas. Ya le dijimos a la delegación”.

 

Julio añadió que varios de sus vecinos piensan que se trata de brujería, ya que los animales aparecen degollados, algo “típico” de los sacrificios realizados por brujos.

 

Cabe destacar que la zona está a escasos cinco minutos en auto de San Juan Tlihuaca, conocido coloquialmente como el Barrio de los Brujos, porque, desde tiempos de la Colonia, ahí habitan yerberos y curanderos que utilizan técnicas prehispánicas.

 

Sobre los hallazgos de estos animales muertos, fuentes de la delegación Azcapotzalco informaron que se trata de un problema administrativo (por dejar desperdicios en la vía pública), por lo que lo único que pueden hacer es recolectar la basura.

 

Por su parte, fuentes de la delegación Miguel Hidalgo respondió que también es un tema de basura, aunque admitieron que sí se ha detectado en los animales muertos indicios de que fueron sacrificados en un ritual de brujería.

 

Hasta el momento, no hay detenidos por estos hechos, que entrarían en la jurisdicción del Gobierno de la Ciudad de México por tratarse de un tema de maltrato animal.

 

 

En busca del favor

 

 

Salvador Escamilla es un seguidor de la religión yoruba, un credo que llegó con los esclavos africanos a América durante la época de la Colonia, y que actualmente se le conoce como santería por la mayoría de las personas.

 

“La brujería es una rama de la religión yoruba, pero no es lo mismo que la santería. Dentro de la religión yoruba cada santo cubre una necesidad del ser humano, para que abra los caminos, para que tengas salud… Pero hay quienes la distorsionan para hacer el mal, para salir a delinquir”, explicó.

 

El devoto yoruba añadió que, dentro de sus creencias, para obtener los favores de sus santos se requiere el sacrificio de un animal.

 

“Van desde gallos, palomas, tortugas, chivos, borregos o cerdos, pero no se trata de la sangre, es el animal que entre más grande es mejor para el trabajo”.

 

Salvador comentó que en el caso de los sacrificios de animales cerca de las vías, esto sería para pedir el favor de Oggun, dueño de los metales y que tiene la característica de darles armas a las personas para derrotar a lo que está haciéndoles daño, pero siempre con la advertencia de que, si le pides hacer el mal, éste se te devolverá tarde o temprano.

 

“Le sacrificas un animal a cambio de que te vaya bien, que te dé trabajo, pero otros lo usan para que les abra el camino y así puedan ir a robar o secuestrar”, apuntó.

 

Orígenes

 

La religión yoruba tiene sus orígenes en la tribu Yoruba, originarios de Nigeria, en África. Sus creencias llegaron a América a través de esclavos africanos, quienes simulaban adorar a santos católicos durante la época de la Colonia, de ahí el término santería.

 

 

Principales deidades de la santería

 

 

Elegua. Espíritu que abre los caminos

 

Yemayá. Representa la fortaleza, la destreza y sabiduría

 

Oshun. Da riqueza y endulzamiento dentro del amor

 

Shango. Dueño de la lluvia y de los truenos, que da la estabilidad

 

Obatala. Es lo más puro que puede haber pues representa la cabeza