Una instalación de cincuenta maniquíes amontonados sobre el techo de una casa en el área de West Hollywood (EU), pretende recordar a los transeúntes de la ciudad californiana el horror de la masacre ocurrida el domingo pasado en Orlando, Florida.
El artista plástico ChadMichael Morissette, de 36 años, realizó la dramática instalación en el techo de su vivienda y la tituló “No One Is Safe” (Nadie está a salvo), para recrear el ataque al bar gay que causó la muerte de 49 personas, en su mayoría de origen hispano.
“Creo que los estadunidenses necesitan reaccionar, porque nos hemos vuelto complacientes y esta situación se pone cada vez más grande, más severa y más horrible. Quiero mostrar los cuerpos porque así no puedes ignorarlos“, explicó el artista a Efe.
Por más de cuatro horas, el artista se dedicó a colocar los maniquíes en diferentes posiciones que representan a cada una de las 50 víctimas, y también el del pistolero, el estadounidense de origen afgano Omar Mateen, que murió durante el enfrentamiento con la Policía.
“Estaba celebrando mi cumpleaños cuando sucedió lo de Orlando y sentí la necesidad de hacer una declaración. Mis amigos me ayudaron a subir los maniquíes, y a cada momento teníamos que contarlos una y otra vez y pensábamos: ¿hasta ahora son 10? ¿hasta ahora son 35? por Dios! todavía faltan más. Lloré todo el día”, recuerda Morissette.
La dantesca escena se logra ver desde la avenida Fountain, una vía muy transitada al oeste de Hollywood, un sector que se distingue por su defensa de la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT).
A diferencia de sus otros trabajos, Morissette usó los maniquíes con rostros y cuerpos estropeados. Algunos tienen sus dedos y brazos quebrados.
“Yo trabajo con maniquíes y por eso supe que este mensaje sería tan poderoso, pero cuando reúnes cincuenta para este propósito no es nada divertido”, indicó.
La obra ha llamado la atención de la comunidad que ha llegado hasta el lugar para tomar fotografías y de alguna manera solidarizarse con las víctimas de la tragedia.
“Fue un ataque de odio hecho en el país donde supuestamente las personas homosexuales estamos más seguras, la gente tiene que entender que fue un ataque doble, a las personas y a la libertad de elegir”, advirtió Martin Ortiz, un inmigrante que llegó a ver la instalación.
El artista no puede predecir hasta cuándo permanecerá la instalación.
“No sé cuando voy a remover la instalación, de la misma manera que no predije cuándo la iba a crear. En este momento todos estamos procesando este evento entonces es importante reconocer nuestra indignación. La instalación seguirá en mi techo si su mensaje sigue siendo valido”, concluyó.
TPC