Baia, baia… ahora se hizo viral el Ferrari rojo de Ricardo Ferretti . ¿Por qué hablo del Tuca? ¿Qué tiene él que ver con coches?
Lo que pasó lo sabemos ya. Alguien osó tener un descuido y chocar el Ferrari rojo del Tuca despertando a la fiera que lleva dentro… Bueno, ni tan dentro, pues no es un secreto que el señor está malito de sus nervios y que no necesita provocación mayor para sacar toda la furia que lleva, y si no me creen, busquen sus berrinches en YouTube y asústense pensando que al don en cualquier momento se le va a ir la boca chueca de tanto coghaaaje.
Fíjate, Ricardo, que de lo que estamos hartos es de gente como tú, personas que creen que por tener un auto de altísimo lujo son intocables, que se pueden meter por todos lados, que piensan que comprando ese coche han comprado también las calles por las que éstos ruedan. Seguro eres de ésos que ocupa doble lugar en un estacionamiento para que no le rayen su coche y no les estorbe nadie; bueno, y qué decir si tu mujer te pide el Ferrari prestado, seguramente le dices que ése no es un coche para viejas (después de decirle que las viejas no saben manejar). También creo que eres el típico farol al que le gusta llegar en ese coche para que todo mundo lo vea, pero ni lo sabe manejar bien y no entiende ni la mitad de los sistemas del mismo. Es más, quisiste un Ferrari porque era tu sueño de Huicho Domínguez porque, perdón, pero no hay más cliché que un Ferrari rojo. Seguro también te estacionas en los lugares designados para discapacitados y hasta creo que eres de los que no le cedería el asiento a una mujer embarazada para que se siente.
La verdad no sé si seas así, pero en esos segundos esa imagen diste. Ojalá que no; ojalá que de nuevo hayas sido presa de tu temperamento y seas en realidad todo un caballero de impecables modales y educación que sólo tuvo un mal día. En fin, ya son muchos, #LordFerrari (el original), #LordRollsRoyce, el Tuca #LordFerrari2.0, más los que se acumulen de los que no nos enteramos.
Le quiero decir algo: ¿usted tiene un carrazo? ¡Qué bueno! Le tengo una noticia: NO TIENE SÚPER PODERES. El reglamento de tránsito es el mismo para usted con su Ferrari que para el Tsuru al cual ningunea; esa carcacha puede ir en el mismo carril que usted, incluso puede cometer la osadía de pedirle el paso aunque le dé risa que el conductor saque la manita de la ventana porque su direccional no sirve. No quiero impactarlo, pero con su coche no tiene prioridad para nada, si acaso para los asaltos. La neta se los digo, todos estamos enojados por algo, ya sea con el gobierno, con el vecino, con la esposa y aparte de todo piense: ¿cuántos corajes hace en la calle diario por gente gandalla o prepotente? No cooperen a que el resentimiento social crezca. Hágase la vida más fácil, edúquese y sea feliz, ande en el coche que ande… ¡cagajo!