Tras un intenso debate que se prolongó hasta las 02:23 horas de este miércoles, el Senado de la República aprobó la Ley 3 de 3, que dejó descontento entre la clase política, y también de parte de sus impulsores desde la sociedad civil, que consideran insuficientes las medidas aprobadas.
Sin embargo, fueron los empresarios quienes se fueron contra los senadores del PRI-PVEM, que de última hora incluyeron a los empresarios como parte del problema de corrupción.
A su parecer, el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, calificó la medida como una “ocurrencia de madrugada”.
De Hoyos dijo que la propuesta es inviable y advirtió que no es que los empresarios no quieran rendir cuentas; sin embargo, no se les puede dar el mismo tratamiento que a los funcionarios que manejan recursos públicos de manera cotidiana.
“Nos parece que es una propuesta producto de una ocurrencia de madrugada y que francamente cuando se pongan a analizar la forma en que podría operar se darán cuenta que va a ser completamente intransitable”, dijo.
Sin embargo, el coordinador de los senadores del PVEM en el Senado, Pablo Escudero, justificó la reserva que, de último momento, el pleno añadió a la Ley de Responsabilidades con la que se obliga a los empresarios que tengan contratos con el Gobierno a presentar su declaración 3 de 3.
“Ellos son parte del problema y nosotros se los vamos a recordar. “Éste no es un problema exclusivo de los servidores públicos, para que haya corrupción tiene que estar la otra parte, y ellos tienen que comprometerse también”, agregó.
Por su parte, Emilio Gamboa Gamboa señaló que la Coparmex y la iniciativa privada también fueron “ocurrentes”. “A ver, esta es una ley que se aprobó, ellos también fueron muy ocurrentes, ¿querían eso?”, indicó el senador.
El senador priista recalcó que su partido está haciendo un país más justo, “más equitativo y más igualitario, creo que todos debemos de hacer nuestro mejor esfuerzo para combatir la pobreza y la corrupción en este País”, señaló, al tiempo que dijo que dicha disposición sea una revancha en contra de la IP.