EAST RUTHERFORD. Colombia se clasificó hoy para las semifinales de la Copa América Centenario al derrotar a Perú en la tanda de penaltis tras un partido en el que primaron las defensas y hubo pocas ocasiones.

 

David Ospina paró un penalti y Christian Cueva falló el lanzamiento definitivo desde los once metros, dando la victoria a los colombianos.

 

En un partido en el que primó la estrategia, Perú consiguió maniatar a Colombia, que no tuvo un día inspirado y en la que sólo se vio un único destello de James Rodríguez.

 

Hasta los penaltis los porteros prácticamente no tuvieron trabajo, el único tiro a puerta del lado colombiano fue un disparo de James Rodríguez en el minuto 26 que se estrelló en el palo, mientras que Perú rozó la victoria en un remate de cabeza de Christian Ramos en el tiempo de descuento, que despejó David Ospina.

 

Colombia regresa así a las semifinales de la Copa América por primera vez desde Perú 2004, tres años después de lograr su único título continental jugando de anfitrión.

 

El equipo cafetero jugará las semifinales contra el ganador del cruce entre Chile y México el próximo miércoles en el estadio Soldier Field de Chicago.

 

El guión previsto se cumplió al pie de la letra, Colombia asumió el rol protagonista, tomó el mando del juego, que fluía sobre todo alrededor de James y de un Cuadrado incisivo por la banda derecha, mientras que Perú concentró sus esfuerzos en la contención.

 

El equipo de Ricardo Gareca fue más agresivo que en su último partido ante Brasil, se plantó bien en el centro del campo y fue eficiente en la presión y el marcaje, con lo que redujo al mínimo las acometidas de la selección tricolor.

 

Renato Tapia y Óscar Vílchez se encajaron bien en el centro del campo y cortaron el suministro de balones a James, a pesar de lo cual el ’10’ de Colombia tuvo en sus botas la única ocasión peligrosa del partido, un tiro colocado que se estrelló en la cepa del poste, seguido de un remate fuera de Bacca en el rechace.

 

En la primera parte Colombia movió bien la pelota en el centro del campo, pero erró en el último pase, limitado por un Perú que estuvo muy atento y que, a diferencia de partidos anteriores, apenas cometió errores atrás.

 

Del lado de Perú, Christian Cueva sirvió de enlace para dar vitalidad a las puntuales ocasiones en las que el equipo soltó amarras de sus labores defensivas y buscó la espalda de la zaga colombiana, pero en la práctica, el cuadro inca apenas logró acercarse al área rival.

 

En el segundo periodo las cosas cambiaron poco, si cabe Perú se soltó algo y en algunos momentos trató de ser más ofensivo, pero no tuvo éxito al montar contragolpes, mientras que Colombia se diluyó prácticamente por completo.

 

En la recta final del partido, ambos equipos extremaron sus cuidados defensivos y, prefiriendo jugarse la suerte desde el punto de penalti, evitaron exponerse con intentonas ofensivas que descubrieran la defensa.

 

Perú rozó la victoria en la última jugada del partido, en un córner, pero Ospina salvó el testarazo de Ramos y llevó la decisión a las penas máximas, donde volvió a sobresalir parando uno de los penaltis.