Una jornada de enfrentamientos y vandalismo se vivió ayer entre simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y policías de Oaxaca y Chiapas, esto en el marco de las protestas del magisterio para exigir la libertad del líder de la Sección 22, Rubén Núñez, acusado de lavado de dinero.

 

Entre los eventos más importantes, la carretera Oaxaca-Tehuantepec, bloqueada durante esta semana a la altura de Juchitán, amaneció con un despliegue policiaco para retirar a los manifestantes.

 

Policías federales llegaron al bloqueo y lanzaron gases lacrimógenos  para dispersar a los manifestantes, quienes en un primer momento desalojaron la carretera. Sin embargo, luego de unos minutos se reagruparon y con apoyo de padres de familia volvieron a bloquear la vialidad.

 

Este no es el único punto de Oaxaca que mantienen bloqueado los profesores, pues otros seis tramos carreteros de la región del Istmo de Tehuantepec se encuentran en dominio de opositores de la reforma educativa.

 

En Tuxtla Gutiérrez, durante la madrugada de ayer un grupo de encapuchados causó destrozos en la sede de la Secretaría de Educación Pública del estado de Chiapas.

 

Tras el incidente, la titular de la SEP estatal, Sonia Rincón Chanona, acusó a la CNTE de la destrucción de equipo, aunque admitió que no tenía pruebas contundentes sobre la presunta participación de los maestros en el incidente.

 

Sobre esta acusación el vocero de la Coordinadora en la entidad, Pedro Gómez Bámaca, negó que los simpatizantes de su movimiento tuvieran que ver con el vandalismo.