Ya sea por falta de información o porque en algunos hogares está “mal visto”, muchas personas luchan en contra de sus preferencias sexuales.
Este es el caso de Sébastien, un hombre en Bélgica que busca la autorización de la eutanasia para terminar con su sufrimiento de ser gay.
“Siempre pensé en la muerte. Desde mis primeros recuerdos, siempre estuvo presente. Esto es un sufrimiento permanente, es como estar prisionero en tu propio cuerpo”.
Ha pensado cuidadosamente sobre el momento en el que espera que su vida llegue a su fin.
“No estoy preocupado por el momento en que me pongan el goteo en el brazo”. “Para mí, es sólo una especie de anestesia“, agrega.
Tras 17 años de tratamiento terapéutico, Sébastien cree que no tiene otra opción que la eutanasia.
Afirma que se siente atraído por hombres jóvenes, tras atravesar una infancia difícil. Su madre estaba enferma y había una estricta ética católica en su familia.
“Toda mi vida me ha llevado a esto, en realidad”, dice. “Mi madre tenía demencia, así que yo no estaba bien mentalmente”.
“Cuando crecí, conocí a un joven del cual me enamoré perdidamente. Los dos teníamos 15 años. Era algo inaguantable para mi. Yo no quería ser gay”, agrega.
Sébastien está decidido a conseguirlo
“Es un constante sentido de la vergüenza y sensación de cansancio, por estar atraído a gente de la que no debería sentirme atraído, como si todo fuera lo contrario de lo que hubiera querido”, analiza. (Con información de BBC Mundo)
TPC