Un día como hoy, pero de 1991, se jugó el partido de vuelta de la gran final del futbol mexicano, cuando los Pumas de la UNAM vencieron 1-0 al América y se proclamaron campeones del futbol mexicano con un golazo de Ricardo Tuca Ferretti, ese famoso gol fue nombrado como el Tucazo.
Con un potente y colocado disparo Pumas se coronó, y a la día de hoy , aquel tiro de Ricardo Ferretti sigue en la memoria de cada rincón del Estadio Olímpico y en el recuerdo de la afición auriazul, dado que significó el desquite auriazul sobre un América que le había ganado ya dos Finales (1984-85 y 1987-88).
En la final de Ida en el Estadio Azteca, el partido fue intenso, cargado de tintes cardiacos. Luis García adelantó a los suyos, a tan sólo un minuto de haber sonado el silbatazo inicial, minutos después Teodoro dos Santos, Gonzalo Farfán y Antonio Carlos Santos anotaron para marcar distancia, y terminar 3-1 la primera mitad; en la segunda parte, David Patiño acortó el marcador para que Pumas buscara celebrar en su casa.
La final de vuelta llegó, y sería el día en que Ricardo Ferretti ganó un lugar en la historia, gracias al Tucazo; Ciudad Universitaria lucía esplendorosa y a tan sólo seis minutos del arranque, el árbitro Arturo Brizio marcó una falta de Eduardo Córdova sobre el mismo Tuca.
El “7” de los pumas tomó el balón, la barrera se acomodó, y Ricardo disparó con potencia, en el trayecto del balón, Juan Carlos Vera, se agachó y el esférico encontró espacio para colarse el ángulo superior izquierdo. El gol valió la coronación auriazul.
Con el gol de Tuca Ferreti, se provocó un ruido ensordecedor, que hizo vibrar todo el sur de la capital mexicana, cimbrando al estadio y los ventanales de rectoría.
En las tribunas del Olímpico Universitario se vivió una verdadera fiesta, en la que los aficionados agitaron sus banderas, provocando un mar de colores, moviéndose unas contra otras, escena que por los códigos actuales es imposible volver a ver en las canchas nacionales.
Con el tanto del Tuca se empató la serie a tres goles, pero los goles de visita le daban a Pumas la ventaja, por lo que con la diana que anotaron en el Olímpico Universitario, los felinos colocaron la tercera estrella en su escudo.