Carolina Monroy del Mazo, presidenta provisional del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, advirtió que habrá tolerancia cero hacia aquellos priistas que, en el ejercicio de la función pública, atenten contra los principios del Revolucionario Institucional.
En una entrevista con 24 HORAS, sostuvo que como parte de la reestructuración de su partido, se están definiendo mecanismos de supervisión continua para aquellos priistas que ocupen cargos de elección popular, así como otras estrategias que reflejen honestidad y compromiso social, con el fin de recuperar la confianza del electorado.
Por otra parte, cuestionada por el periodista Gustavo Rentería en AprendeTV, sobre que su nuevo cargo la catapultaría a la candidatura por la gubernatura del Estado de México, la líder del PRI aseguró que “es otra manera de especular (…) esto se dará llegado el momento. Ahora no pienso en otra cosa que no sea continuar en la ruta de la nueva reunión del Consejo Político Nacional”.
¿Cómo recibes al PRI tras la renuncia de Manlio Fabio Beltrones?
El lunes pasado se generó todo un sismo al interior del partido, que estamos poco a poco superando por lo sorpresivo. El hueco de Manlio Fabio Beltrones, aquí entre nosotros, desde luego que se siente; sin embargo, fue su decisión y, aunque no nos guste, nosotros la respetamos.
Yo recibo a un PRI con muchas ganas de auto reconstruirse, un PRI que tendrá que aprender de las omisiones, aprender de aquello que, en algunas regiones y temas muy específicos, no nos condujimos como era lo correcto y como debimos ser en funciones de gobierno. Todo esto pagó un costo.
Recibí a un PRI que tiene que renovarse desde lo más profundo, un PRI reflexivo pero también un PRI de frente y de pie, listo para trabajar hacia adelante; un PRI que va a toda velocidad de cara a lo que vendrá en los años siguientes y estamos a ese ritmo, sin parar la actividad un solo instante.
¿Cuáles son los retos a enfrentar?
Al final del día tenemos una militancia leal que quiere a su partido, pero también una militancia que se expresa cuando algo no le gusta. Hoy lo valioso es que estamos listos para empezar con algo que hemos llamado “dialogo militante”, donde en muy corto plazo -y este es uno de los retos- estaremos iniciando un recorrido nacional donde habremos de escuchar a la base más sensible y al corazón propio del PRI: sus estructuras seccionales, comités municipales, con sus consejos políticos. Desde local hasta los comités directivos estatales. Todos los sectores, todas las organizaciones serán escuchados y empezaremos a trabajar con rumbo a perfilar, en el muy corto plazo, que quiere el PRI, que desea la militancia y que compromisos asumimos como partido de cara a lo que será nuestra Asamblea Nacional, seguramente en las primeras semanas del próximo año.
Entre las organizaciones y sectores con quienes ya me reuní desde el pasado miércoles, observo una absoluta disposición para trabajar rumbo a la próxima Asamblea Nacional. De cara al futuro se está alistando todo el equipo PRI y buscando renovarnos y ya ponernos a trabajar inmediatamente en lo que sigue. Estos diálogos militantes calculo que estarán empezando en dos o tres semanas máximo y estaremos trabajando muy seriamente, muy cerca, como lo hizo está dirigencia en la que tuve y tengo la oportunidad de participar.
¿Cuál es la estrategia para combatir el “voto de castigo”?
Los priistas debemos entender varias cosas: lo primero es que la sociedad necesita gobiernos cercanos, honestos, serios, eficientes. No podemos seguir batallando contra políticas públicas ineficaces y mucho menos con la deshonra que puede significar para nuestro instituto político el comportamiento de quienes de pronto llegan a hacer política, que no debemos en ningún caso generalizar.
La estrategia es primero definir y lo estamos haciendo, mecanismos de supervisión continua que nos permitan estar muy atentos respecto de quienes tuvieron el respaldo y la confianza priista para ser candidatos, y después para ser votados por la ciudadanía bajo las siglas del PRI. No habremos de consentir, no habremos de consecuentar un solo abuso, un solo atropello de absolutamente de nadie.
La sociedad necesita gobiernos que hagan de la honradez una práctica cotidiana, que debe expresarse en todos los ámbitos de la vida pública y privada, porque la investidura no se deja en la oficina. La investidura viaja contigo a todos los espacios y debe ser cuidada con esmero.
¿Buscas permanecer en la dirigencia del PRI?
Ese tema no se ha abordado. Porque debo decir con toda sinceridad que no es tema, esa decisión la tomará el Consejo Político Nacional.
Soy una militante institucional. Estaré siempre a las órdenes de mi partido, como lo he estado desde hace más de 25 años, en lo que pueda yo serle útil.
¿Hay tiempo suficiente para que el PRI se recupere?
Desde luego que sí. Contrario a lo que pareciera por las cifras muy generales que se dieron, derivado de estás seis gubernaturas en las que perdimos y éramos gobierno, se debe decir que tenemos muchas otras sorpresas. Lo primero es que fuimos el partido más votado, el que recibió el mayor número de votos en las urnas el 5 de junio pasado. Somos, al mismo tiempo, el partido que obtuvo el mayor número de diputaciones locales en estas 12 entidades que tuvieron elección para congresos.
De 541 diputados por partidos políticos, el PRI sin aliados ganó 207; ya si reunimos a los aliados nos da un total de 262, que significan cerca de 50% del total de los municipios. En las diputaciones locales pasó exactamente lo mismo. Se emitieron en estas elecciones 14 millones 600 mil votos, de estos 14 millones el PRI, solo sin aliados, recibió cuatro millones 340 mil por encima del PAN, del PRD y de todos los demás, si ya sumamos nuestros votos con los aliados también nos genera una condición mucho mayor.
Esto demuestra, una vez más, que nuestro partido es el único en México que tiene y tuvo en ese momento la condición competitiva real de ganar absolutamente todos los espacios.