La sobrevivencia de un negocio familiar dependerá en buena medida de que se establezca una clara separación de la vida laboral de la personal, se asignen roles y se configure una estructura gerencial.
“La incorporación de parientes no debe verse como una solución fácil, ya que es probable que confundan su situación laboral e incluso tiendan a cuestionar más allá de su ámbito de responsabilidad, pues cada integrante de la familia tiene diversos intereses y expectativas sobre lo que esperan y un grado incierto de involucramiento o compromiso por el negocio familiar”, señaló un estudio de KPMG.
En su reporte Empresas Familiares en México la consultora señala que 85% de las pequeñas y medianas empresas que son un negocio familiar desaparece antes de que concluya la administración de la segunda generación.
Ante ello, la consultora E-Myth recomienda no hablar de negocios después de que se baje la cortina. “Esto va a ser un grave problema para algunos empresarios, pero es importante que establezcan algunas pautas estrictas a fin de separar la vida laboral de la vida personal”.
Además, la asignación de roles evita confusiones sobre las responsabilidades que tiene cada miembro de la familia y de la unidad económica. Para esto sugiere tener una estructura gerencial clara para que se delimiten las responsabilidades y los empleados sepan a quién tienen que reportar sus actividades.
La consultora, que tiene presencia en más de 85 países en el mundo, señaló que el siguiente paso es generar una estructura de comunicación específica para la empresa, en la que se establezcan reuniones semanales a nivel gerencial con una lista de pendientes enfocados a objetivos.
Cifra
42 de cada 100 unidades económicas no alcanzan a pasar de padres a hijos.
43 de cada 100 no llegan a los bisnietos.
6 de cada 100 sobreviven hasta los bisnietos.