El Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), de la UNAM, montará un proyecto piloto en la estación Pino Suárez del Metro de la Ciudad de México para agilizar el ascenso y descenso de pasajeros.
Los investigadores de la de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizaron el proyecto con base en la autoorganización de las colonias de hormigas, a través del cual simularon una situación real para obtener los resultados.
“Tenemos simulaciones con distintos niveles de realismo para el Metro, de entrada propusimos regiones de espera en la estación para separar los flujos de entrada y salida de personas, porque las plataformas de los trenes de la Ciudad de México son demasiado angostas”, explicó el investigador Carlos Gershenson García.
El especialista comentó que se necesita una regulación flexible que se adapte a la demanda de cada estación, pues el número de pasajeros es distinto a la espera y dentro del tren lo que dificulta la creación de un método eficiente donde se fijen los tiempos de espera.
En un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Gershenson García explicó que en un inicio se pensó en regular los trenes, sin embargo, el comportamiento de los pasajeros es fundamental en el retraso, por lo que se trabajó en un proceso más eficiente de ascenso y descenso.
En caso de obtener buenos resultados, los investigadores buscarán implementar el plan en todas las líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México, el cual contribuiría al ahorro de minutos considerables.
“En nuestra simulación de la Línea 1 del Metro se estarían ahorrando dos minutos de viaje por persona, en el ascenso y descenso de pasajeros”, dijo Gershenson García.
“Estamos hablando de que hay más de cinco millones de viajes al día, pues serían 10 millones de minutos en una jornada ahorrados para la ciudad con una intervención de muy bajo costo”, aseguró el investigador.
El modelo se implementará en cuanto los científicos reciban el presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ya que su propuesta obtuvo recursos del fondo para Atención a Problemas Nacionales. dmh