La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó hoy los “actos de vejación” realizados contra dos policías federales de México, quienes fueron interceptados en las inmediaciones del aeropuerto de Oaxaca, cuando intentaban pasar por una protesta de maestros de la CNTE.

 

Los agentes fueron retenidos el lunes, “despojados y forzados a realizar actos que vulneran su dignidad como personas”, denunció la CNDH en un comunicado.

 

El organismo recordó que “el ejercicio de un derecho o el planteamiento de cualquier expresión social no justifica el afectar derechos de otras personas o realizar actos que afecten su integridad física y mental”.

 

Los maestros que se encontraban en la protesta retuvieron a los policías, quienes viajaban en un camión cargado de agua, y les obligaron a descalzarse, arrodillarse y sostener una pancarta, para posteriormente liberarlos en la noche.

 

Son actos “condenables e inadmisibles”, sentenció la CNDH, y añadió que “en nada benefician o contribuyen al proceso de diálogo” abierto entre los maestros y el gobierno mexicano.

 

Reiteró su “convicción” de que los acuerdos entre ambas partes se construyan de manera pacífica y a través del diálogo.

 

Asimismo, el organismo pidió que en las protestas magisteriales “cesen las afectaciones a los derechos de otras personas, se prevenga la realización de actos violentos y se ajusten sus conductas al marco de la ley”.

 

Los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Ejecutivo sostuvieron el lunes un diálogo que se extendió hasta la madrugada del martes y en el que se propuso la instalación de tres mesas de trabajo para atender los reclamos del sindicato.

 

Una de ellas, según avanzó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, abordará la violencia registrada en el municipio oaxaqueño de Asunción Nochixtlán, donde un acto de protesta el pasado 19 de junio dejó nueve muertos y un centenar de heridos.

 

En las carreteras del estado de Oaxaca continúan los bloqueos de la CNTE, que impiden la llegada de insumos a muchos municipios poniendo en riesgo el abastecimiento de los mismos, según las autoridades.