El Partido Revolucionario Institucional, que preside hoy la mexiquense Carolina Monroy del Mazo, mantiene desde 1929 la hegemonía en el norteño estado de Coahuila. ¿Pero podrá ganar, una vez más, las elecciones de 2017?
Se antoja difícil que el partido tricolor mantenga la gubernatura, por los mismos motivos que impulsaron al electorado en otros estados a expulsar al PRI de las casas de gobierno, pero sobre todo porque con el sufragio se la cobrarán a los Moreira.
Efectivamente, las votaciones sirven para elegir a nuestros gobernantes y representantes, pero también para calificar a las autoridades en turno. Por ello, miles de coahuilenses irán a las urnas para castigar y reprobar a los Moreira y a sus colaboradores cercanos.
Todos saben que durante la gestión de Humberto, la entidad se endeudó por más de 33 mil millones de pesos a través de documentos apócrifos. Con ese terrible pasivo, el estado pasó de tener una calificación A+ a BBB- en el índice Standard & Poor’s.
Después del escándalo, en noviembre de 2012, la Procuraduría General de la República absolvió a Moreira del endeudamiento “por no contar con las evidencias suficientes para acusarlo formalmente”, lo que cayó como chile piquín y limón en la herida de toda la sociedad.
A mediados de junio de 2015, una corte del estado de Texas involucró a Humberto en operaciones de lavado de dinero a través de su prestanombres Rolando González Treviño, quien aceptó declararse culpable con la siguiente afirmación judicial: “Los Moreira y otros altos funcionarios del estado de Coahuila tomaron recursos públicos —del erario— y me los transfirieron para invertirlos en la compra de estaciones de radio AM y FM. Como yo soy radiodifusor próspero en varios municipios y manejo otros negocios exitosos, a nadie le sorprendió mi crecimiento”. Se habla de varias transferencias de las cuentas oficiales a la cuenta bancaria de González Treviño; la primera de ellas, que llamó poderosamente la atención de las autoridades norteamericanas, fue de un millón 900 mil dólares, retirados inmediatamente hacia las cuentas de los vendedores de las frecuencias (concesionarios originales).
¿Y a poco ya se les olvidó a los coahuilenses el escándalo de enero pasado, cuando Humberto fue detenido por autoridades españolas en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, bajo el cargo de lavado de dinero y malversación de fondos promovido por la justicia estadunidense?
Los aplicados alumnos de la maestra Elba Esther Gordillo deben estar muy nerviosos; los hermanos Moreira se jugarán su libertad en las próximas elecciones, y el desprestigio de Humberto podría alcanzarle a Rubén, el todavía gobernador.
Rubén es licenciado en Educación y licenciado en Derecho, y empezó su carrera política en 1991 como secretario particular del secretario de Gobierno de su entidad, pero está a punto de concluir su carrera, 26 años después, en medio de un terrible escándalo.
Tamaulipas. El triunfo de Cabeza de Vaca, coinciden muchos amigos de por allá, es la gran oportunidad para desterrar la violencia y la desesperanza. Así llegarían más inversiones y se crearían más empleos. Más allá de que él milite en el PAN y el titular del Ejecutivo, en el PRI, las Fuerzas Armadas, y en particular la Marina, tendrán que limpiar esa bendita tierra ya. Otros amigos, mis vecinos aquí, nacidos en la frontera, quieren ir a ver a la abuela, la única que se quedó. ¡Ojalá se tranquilicen las cosas con Francisco Javier; lo merecemos todos!