Un equipo internacional de científicos, encabezado por el astrofísico mexicano Juan Venancio Hernández Santisteban, observó por primera vez un caso de “canibalismo estelar”, informó hoy el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El estudio fue publicado el pasado 18 mayo por la prestigiosa revista científica Nature con el título “An irradiated brown-dwarf companion to an accreting white dwarf” (Una compañera enana marrón irradiada de una enana blanca en acreción).
Hernández, investigador principal y primer autor del artículo en Nature, refirió en una entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que comenzó a trabajar en el estudio cuando inició su doctorado en 2012.
Explicó que una estrella como nuestro Sol tiene suficiente masa para producir fusión nuclear en su interior.
“Cuando esta estrella termine de utilizar el material en su núcleo después de miles de millones de años de evolución, se desprenderá de sus capas exteriores. Lo que quedará será el centro de la estrella compuesta por los productos de la fusión nuclear. A esta remanente se le conoce como enana blanca”, expuso.
A su vez, las enanas marrones son objetos que no tienen suficiente material para producir fusiones nucleares. Se les suele denominar “estrellas fallidas”, añadió el científico, quien realiza un doctorado en la Universidad de Southampton, en Reino Unido, con una beca del Conacyt.
La investigación consistió en la observación de un sistema binario con el espectrógrafo X-Shooter en el Very Large Telescope (VLT), ubicado en el Cerro Paranal, Chile.
“Las observaciones nos permitieron aislar por primera vez la luz de la enana marrón en uno de estos sistemas, así como medir directamente su masa. De esta manera, confirmamos que se trata de un objeto subestelar, es decir que no produce fusiones nucleares en su interior”, señaló Hernández.
Añadió que este hallazgo “significa que la enana blanca, a través de un proceso que ha llevado miles de millones de años, ha destruido su estrella compañera”, arrebatándole gran parte de su masa gracias a su mayor fuerza gravitatoria.
“Este canibalismo estelar ha transformado lo que inicialmente era una estrella, la cual quema hidrógeno en su centro, en una enana marrón”, abundó.
De acuerdo con el especialista, esto es una importante corroboración de la teoría evolutiva de los sistemas binarios interactivos, la cual predice que “alrededor de setenta por ciento de todos los sistemas en la galaxia deberían de contener una enana marrón como compañera de la enana blanca”.
“Sin embargo, hasta hace poco no existía una detección directa de estos sistemas. Este hallazgo confirma que los sistemas sobreviven la transformación de una estrella en una enana marrón”, puntualizó. | JMS