SAINT- DENIS. Pese a no ser un clásico precisamente del futbol europeo, como el Alemania-Italia de la víspera, y la gran diferencia sobre el papel entre ambas selecciones, el partido entre Francia e Islandia suscitó un interés mediático sin precedentes en la Eurocopa.
La sala de prensa del Stade de France se quedó pequeña para los periodistas de todo el mundo acreditados para el juego, al igual que la tribuna de prensa del principal teatro de la Eurocopa, en donde fue inaugurada y será clausurada el próximo domingo.
Los organizadores tuvieron que habilitar más sillas y recortar los puestos con mesa destinados a los medios “por la enorme afluencia”, explicaron fuentes de la UEFA a Notimex.
El “morbo” de ver si Islandia es capaz de tumbar de nuevo a un gigante del balompié europeo luego de eliminar a Inglaterra en octavos de final, atrajo a un número elevadísimo de reporteros al Estadio de Francia, en Saint-Denis, similar al de la inauguración del torneo el 10 de junio pasado.
Algo inédito a priori por el cartel: Francia, la anfitriona y favorita a ganar el campeonato, frente a Islandia, una selección sin pasado histórico, 42 del mundo, que se clasifica por vez primera para disputar una Eurocopa.
Pero los “milagros” de Islandia en el torneo han provocado un creciente interés en la prensa gala, que le ha dedicado desde que se supo que jugaría contra Francia páginas y páginas sobre el equipo, sus curiosidades y sobre el país, muy desconocido.
El mismo interés suscitó en los aficionados de su país, quienes no esperaban que su equipo llegara tan lejos.
De acuerdo con distintos medios franceses, entre 15 mil y 30 mil aficionados, un cinco o 10 por ciento respectivamente de la población, viajó a Francia para apoyar a su selección con su particular grito de guerra, uno de los símbolos de esta Eurocopa.
Islandia ha sido la revelación de esta Eurocopa y a la que ha puesto corazón y la emoción del desafío del pequeño que reta a los grandes. | JMS