Uno de los padecimientos que más afectan a las nuevas generaciones, particularmente por la exposición a ruidos muy altos de música, ya sea por la asistencia a conciertos o por el uso de reproductores de música, es la pérdida de la audición o la aparición de acúfenos, un fenómeno que consiste en escuchar sonidos generados por el propio cuerpo y que pueden ser en forma de zumbidos, chirridos, silbidos o siseos, según un estudio reciente realizado por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
María Teresa Heitzmann, especialista del departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Madrid, explicó a BBC Mundo que la mayoría de las veces estos sonido son irrelevantes y no significan problemas ni molestias para la persona que los sufre. Pero en otros casos son la alerta de que se está produciendo una lesión en el oído.
“Los dos factores más importantes son la intensidad del sonido y el tiempo de exposición”, dijo la especialista, quien agregó que la exposición al ruido es el primer factor que los desencadena y que por eso es recomendable descansar de vez en cuando y salir del local para dar paz a los oídos.
En otro estudio, la Organización Mundial de la Salud señala que al menos mil 100 millones de jóvenes en el mundo corren el riesgo de perder la audición por la exposición a ruidos altos durante mucho tiempo, sobre todo con uso de reproductores MP3 y smartphones.
Por eso, se recomienda que se evite estar expuesto a altos niveles de decibeles, pues, por ejemplo, estar expuesto a 15 minutos de música a 100 dB es equivalente a lo que absorbe un trabajador industrial en una jornada de ocho horas trabajando en un entorno sonoro de 85 dB.
Recomendaciones
– Reducir la exposición: cuanto más alto sea el sonido hay que pasar menos tiempo escuchándolo antes de que se convierta en peligroso para nuestros oídos.
– Utiliza tapones: son una forma barata y bastante efectiva de reducir el impacto de la música alta y del ruido.
– Sepárate de los altavoces: cuanto más se aleje uno de los altavoces, menos poderosa será la energía del sonido cuando alcance los oídos. En teoría, al doblar la distancia con respecto al origen del sonido se reduce el volumen en un cuarto.
– Consulta con un médico: si se detectan molestias o ruidos extraños, lo mejor es acudir con un especialista.
Lo que debes saber
– En un concierto puedes dañar tu oído con solo 66 segundos de música.
– 90% de los casos de acúfenos se dan en gente que sufre pérdida de capacidad auditiva, sea como consecuencia del proceso de envejecimiento o por la exposición a ruidos y música alta.
– El volumen de salida de los dispositivos de audio personales, como los auriculares, puede oscilar entre los 75 dB y 136 dB a su volumen máximo.
– La exposición segura a un concierto a todo volumen sólo es de 28 segundos, según la OMS.