Los verificentros que presenten irregularidades graves, como en el caso de que los rodillos-pesas del dinamómetro estén mal calibrados, pueden alcanzar multas de tres a siete millones de pesos e involucrase en un proceso penal, aseguró el subprocurador de Inspección Industrial de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Arturo Rodríguez Abitia.
Recordó que las 91 líneas de medición clausuradas en 21 verificentros (hasta el momento) se deben a que la mayoría de las pesas del dinamómetro estaban mal calibradas y explicó que cuando la Profepa instaura un procedimiento administrativo ordena las medidas correctivas.
El funcionario resaltó que se requiere un laboratorio acreditado para certificar que la pesa sea exactamente de 150 libras: “Esa es la principal irregularidad que hemos detectado. En los sistemas de medición es especialmente relevante, porque en ellos se tiene que trabajar con la exactitud y precisión que la ley establece”.
Dijo que a los verificentros se les da un plazo que puede ser de hasta tres semanas; si ellos cumplen se puede levantar la clausura, y si lo hacen antes de que el procedimiento termine se puede atenuar la multa, de lo contrario se presentan varios escenarios: “Al no cumplir una orden de la autoridad pueden verse involucrados en un proceso penal activado por una denuncia que hagamos nosotros (Profepa) con el Ministerio Público, se agrava el monto de la multa y si ellos insisten en no cumplir se puede sugerir a la autoridad local que se suspenda o cancele la autorización del verificentro de manera definitiva”, manifestó.
Abundó que la multa puede alcanzar el monto máximo de 50 mil salarios mínimos por cada irregularidad.
“Ellos tienen un problema con una pesa y también con un gas, ya tienen dos irregularidades. Y la multa se puede ir sumando para que al final el monto total sea mayor a tres millones y medio de pesos o siete millones, lo que sea dependiendo del número de irregularidades, y de la gravedad de los atenuantes”, detalló Rodríguez en una entrevista con 24 HORAS.
Aseguró que los verificentros tendrán que contratar a un laboratorio que calibre las pesas, además de pagar la sanción y “esa multa dependerá de la voluntad o no que tengan de cumplir con sus obligaciones; entonces son dos gastos distintos, uno cumplir con la norma y otro la sanción económica, que es el castigo que la autoridad hace”.
Corrección
Expresó que los verifiecentros tienen que certificar a la pesa, porque de lo contrario “afectan los resultados del dinamómetro y alteran los resultados de la lectura y se altera el resultado del holograma, va en cadena”.
El funcionario comentó que también han tenido problemas con los gases patrón que se utilizan para calibrar los analizadores de gases.